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Por Cristian Andreatta

Los desarrollos cartográficos, plasmados principalmente en mapas, cartas náuticas y globos terráqueos: resultan ser de vital importancia para nuestras vidas; ya que gracias a tales instrumentos obtenemos información acerca de nuestra ubicación en la Tierra, a la par de poder visualizar rápidamente todos aquellos aspectos físicos, humanos y tecnológicos que caracterizan nuestro espacio geográfico.

En la actual era de la información el uso de mapas digitales es más habitual de lo que parece, ya que por ejemplo, a partir de nuestros teléfonos celulares accedemos a ciertos servicios de referenciación cartográfica, tales como Google Maps.

Pero los mapas no son ninguna novedad de las épocas modernas, es decir siempre han existido, solo que las técnicas cartográficas empleadas en la antigüedad, eran muy diferentes a las que hoy accedemos desde nuestros aparatos electrónicos (teléfonos, computadoras).Y cuando decimos antigüedad no nos estamos refiriendo a esa época, cinco siglos atrás, de navegantes extraordinarios que descubrieron (al menos para el mundo europeo), exploraron y relevaron las costas de un nuevo continente hasta entonces desconocido; sino mucho más atrás en el tiempo. 

Por ejemplo, el Imago Mundi de Babilonia, es el mapa más antiguo del que se tenga noticias hasta el momento; y su antigüedad se remonta al siglo VI a.C., habiendo sido confeccionado no ya sobre hojas de papiros como en el antiguo Egipto, de piel de animal (el pergamino) u hojas de fibras de celulosa (el papel) como en el medioevo, sino sobre una tablilla de arcilla. 

Representación artística de la antigua Babilonia.
Fuente: https://mihistoriauniversal.com/edad-antigua/babilonia

Pero antes de indagar acerca del Imago Mundi, conozcamos algunos datos interesantes acerca de la antigua ciudad de Babilonia. Babilonia se encuentra en Irak, 88 km al sur de la ciudad de Bagdad. A orillas del Río Éufrates, esta ciudad fue el centro de una cultura original que construyó grandes templos y puso la ley por escrito por primera vez en toda la historia de la humanidad. Famosa en todo el mundo antiguo, cuando el escritor griego Heródoto la visitó, en torno al 450 a.C – tras haber sido conquistada por los persas – afirmó que “sobrepasaba en esplendor a cualquier ciudad del mundo conocido”. En el siglo XVIII a.C, Babilonia se había convertido en el centro de un amplio imperio, durante el reinado de Hammurabi. Además, los babilonios tenían infinidad de divinidades, y una de las formas que tenían de adivinar la voluntad de los dioses, era mediante la observación de las estrellas; lo que les llevó a desarrollar – entre muchas otras ciencias – la astronomía. 


Imago Mundi, el primer mapa de la historia.
Fuente: Wikipedia.

Retomando al Imago Mundi, el material empleado, la arcilla, no es lo único que diferencia a este mapa de los mapas actuales, sino que también toda aquella información que en él se logró plasmar. Pues no debemos de perder de vista que los mapas son una más de las muchas formas de expresar discursos sociales, culturales e incluso políticos. De allí que la tabla babilónica citada, contiene información geográfica, topográfica, mitológica e incluso cosmológica; la que a su vez va asociada al uso de ciertas figuras geométricas dibujadas en la misma tabla. Todo ello con el auxilio de textos explicativos breves inscriptos en el mapa.

En lo que hace a la geometría empleada, encontramos dos círculos concéntricos, siendo el círculo central una grafía o representación de la propia ubicación de la antigua ciudad de Babilonia. Además se pueden observar una serie de triángulos que referencian a las diferentes ciudades mesopotámicas, las que además vienen a estar rodeadas por lo que los babilonios denominaban como el río amargo u océano circular. 

A la par de señalar montañas, valles, y otros datos topográficos, se señala la presencia del río Éufrates, que en el mapa analizado atraviesa a la propia Babilonia. Sin embargo, los babilonios creían que su mundo se encontraba rodeado por agua, y de allí que todas aquellas regiones ubicadas más allá de los interminables mares, solo se conocían a través de relatos de viajeros o por leyendas.   

Los aspectos cosmológicos y mitológicos, nos muestran la íntima relación que existía entre el espacio terrestre y el espacio celestial, es decir la Tierra y el cielo estrellado, ya que la tablilla babilónica, nos hace mención de las principales constelaciones presentes en el cielo nocturno babilónico. Estas constelaciones a su vez se corresponden con criaturas mitológicas y monstruosas concebidas por los dioses al momento de la creación del universo; entre ellas se menciona a Basmu, una serpiente cornuda con dos patas delanteras y alas, y Mushu que se parece a un dragón con el cuerpo recubierto de escamas, las patas delanteras de león y las traseras con garras de águila.  

Geometría del mapa Babilonico.
Fuente: https://www.timetoast.com/timelines/evolucion-de-la-cartografia-d13a7394-5167-4ee3-8a36-bc4901c8db12

Por último, la tabla babilónica fue hallada en la orilla oriental del río Éufrates, al norte de la antigua babilonia, y hoy se encuentra expuesta en el museo de Londres; siendo considerada la herramienta cartográfica más antigua hallada hasta el momento.

 

Fuentes:

https://www.astromia.com/fotostierra/primermapa.htm

http://asiahistoria.blogspot.com/2019/12/cartografia-antigua-mapa-babilonico-del.html

https://www.mapasvintage.com/category/cual-es-el-mapa-mas-antiguo-que-existe/

https://mihistoriauniversal.com/edad-antigua/babilonia

https://www.elhistoriador.com.ar/babilonia/