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Buenaventura Suárez fue un sacerdote, considerado el “primer astrónomo criollo”, que desarrolló su obra en misiones de la orden de la Compañía de Jesús en los territorios colonizados por España en parte de América del Sur, durante fines del siglo XVII y comienzos del XVIII.

 

Nació en Santa Fe de la Vera Cruz el 3 de septiembre de 1678 (hay algunas controversias en torno a esta fecha, diferentes fuentes bibliográficas mencionan otras distintas). Cursó su primera instrucción en el Colegio de la Compañía de Jesús de esa ciudad y la continuó en Córdoba donde estudió filosofía y teología. Fue en esta etapa de formación filosófica en la que se supone, de acuerdo a los registros históricos, que el joven Buenaventura tuvo acceso a textos de índole astronómico que lo acercaron a las ideas cosmológicas discutidas por los académicos europeos contemporáneos. Recordemos, además, que entre los miembros de la Compañía de Jesús se encontraban los más destacados astrónomos de la época.

 

Ya radicado en Córdoba, en el año 1695, a los 16 años, ingresó en la Compañía de Jesús. De allí, a principios del siglo XVIII, y ya ordenado como sacerdote, fue destinado a la Reducción Jesuítica de San Cosme y San Damián, en la región del Paraguay, donde luego comenzaría a realizar sus estudios astronómicos. A modo ilustrativo, en la figura siguiente se muestran las ubicaciones de las numerosas Reducciones Jesuíticas en la región del Paraguay en los siglos XVII y XVIII.

 

Reducciones Jesuíticas de la región del Paraguay, 1607-1767

 

En este contexto, entre 1701 y 1732, compuso la obra “Lunario de un siglo”, un compilado de efemérides astronómicas vinculadas a la luna para un período de cien años (1740-1841), el cual fue editado en Lisboa (1749), Barcelona (1752) y Corrientes (1856). Además de datar eclipses y distintos períodos del ciclo de fases lunar, el padre Buenaventura incluye en esta obra determinaciones de fechas importantes para el calendario ritual católico. En la figura siguiente se muestra la primera página de éste libro editado en Barcelona.

Primera página de la edición de 1752 en Barcelona del “Lunario de un siglo”.

“Lunario de un siglo” fue el resultado de las observaciones realizadas desde el primer observatorio astronómico en territorio hispanoamericano (del que se tiene registro), equipado con instrumentos de observación y medición fabricados por el padre Buenaventura Suárez, con asistencia de indígenas guaraníes de la reducción. Entre el instrumental se incluye un reloj solar (ver imagen más abajo), un reloj de péndulo y un cuadrante astronómico con escala marcada en grados y subdividida en minutos, con el cual mediante observaciones solares se regulaba el reloj de péndulo.

Reloj de Sol construido por Buenaventura Suárez, el cual forma parte del patrimonio exhibido en las ruinas de la reducción de San Cosme y San Damián en Paraguay. Fotografía del autor (Diciembre de 2014).

 

 

También el padre Buenaventura y sus colaboradores antes de 1739, construyeron ocho telescopios refractores diferentes. Cada uno con dos lentes convexas pulidas de roca cristalina (extraídas de canteras locales) y monturas para soporte. Las longitudes de estos instrumentos eran de 8, 10, 13, 14, 16, 18, 20 y 23 pies, tal como se describen en las fuentes históricas (que corresponden a 2,44; 3,05; 3,97; 4,27; 4,88; 5,49; 6,10 y 7,01 metros). En 1752, el padre Buenaventura Suarez empleó sus dos telescopios más pequeños para registrar eclipses solares y lunares, y entre 1726 y 1739 usó sus seis telescopios más grandes junto con el reloj de péndulo para registrar 147 eclipses de las cuatro lunas más grandes de Júpiter.

Asimismo, a través de observaciones astronómicas, el padre Buenaventura logró determinar con precisión para la época, la longitud y latitud de varias misiones jesuíticas, influyendo considerablemente en la cartografía contemporánea. Es interesante mencionar que hasta 1885 el meridiano de referencia o meridiano 0 desde el cual se medía la longitud de un sitio sobre la Tierra era el meridiano de El Hierro, denominado así dado a que pasaba por la Punta de la Orchilla o Cabo de Orchilla que es el punto más occidental de la isla de El Hierro, parte de Islas Canarias, España.

Del “Lunario de un siglo” solamente se conocen pocos ejemplares, de los cuales en Argentina dos están en la Universidad de La Plata (uno en el Observatorio y otro en la Biblioteca Central), y uno en la Biblioteca Nacional. Una copia de la edición de Lisboa del año 1749, fue digitalizado por la Universidad Nacional de La Plata y está disponible para su descarga en: http://sedici.unlp.edu.ar/handle/10915/72756.

El padre Buenaventura fallece en el año 1750, diecisiete años antes de que la orden de la Compañía de Jesús fuera expulsada de los territorios de América del Sur colonizados por España, por mandato del Rey Carlos III en el año 1767.

 

Estatua del padre Buenaventura Suárez con su telescopio, ubicada en la Plaza de San Cosme y Damián, Paraguay.

Sello postal conmemorativa del Paraguay, realizada en honor de Johannes Kepler (imagen arriba a la derecha) y del padre Buenaventura Suárez (se muestra el reloj de sol construido por él), en ocasión del eclipse observado el 3 de Noviembre de 1994.

 

Fuentes: 

 

De Asuá, Miguel. 2004. The publication of the astronomical observations of Buenaventura Suárez SJ (1679-1750) in European scientific journals. Journal of Astronomical History and Heritage, 7 (2): 81-84.

 

Servín, Blas. 1996. Father Buenaventura Suarez S.J. Pioneer Astronomer from South America: his Work. Revista Mexicana de Astronomia y Astrofisica Serie de Conferencias, Vol. 4, VIII Reunión Regional LatinoAmericana de Astronomía Unión Astronómica Internacional, Montevideo, Uruguay, Nov. 27-Dec. 1, 1995: 152.

 

Troche-Boggino, Alexis E. 2000. Buenaventura Suárez SJ: the pioneer astronomer of Paraguay. Journal of Astronomical History and Heritage, 3 (2): 159-164.

 

Autor: Armando Mudrik – Lic. en Astronomía y maestrando en antropología. UNC