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Describen la primera especie viviente de un mamífero de la familia de los ciervos, alces y venados (cérvidos) hallada en el siglo XXI, y la primera del continente americano en más de 60 años. Se trata de una especie nueva de ciervo pequeño encontrada en América del Sur, la región del mundo donde habitan los más pequeños del planeta: los pudúes. 

La investigación y descripción estuvo a cargo de científicos del Centro de Ornitología y Biodiversidad de Perú, de la Universidad Federal de Santa María de Brasil y del Instituto de Ciencias Ambientales y Evolutivas de la Universidad Austral de Chile. 

Ciervos enanos

Los ciervos, alces y venados pertenecen a la familia Cervidae. Las especies más conocidas de esta familia son las que se encuentran en el hemisferio norte. 

Los pudúes viven exclusivamente en Sudamérica y se caracterizan por una contextura mucho menor que la de otros cérvidos, no superan los 50 centímetros de altura ni los 85 centímetros de largo, y tienen un peso máximo de 13 kilos. 

Al igual que en otras especies de cérvidos, los machos desarrollan astas durante la primavera, que poco después se caen (desmogue) para volver a crecer al año siguiente. 

Los pudúes habitan zonas de los bosques de la Cordillera de los Andes, de Colombia, Ecuador, Perú, Chile y Argentina.

Pudú del sur. Crédito: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/4/4d/Pud%C3%BA_%28Pudu_puda%29.jpg

Pudú macho fotografiado en el Parque Tepuhueico de Chile. Crédito: Wikipedia (CC0).

Especie nueva de ciervo pequeño de Perú

Hasta hace unos años se conocían únicamente dos especies de pudúes: el pudú del sur (Pudu puda) que habita la cordillera argentino chilena, y el pudú del norte  (Pudella mephistophila, antes Pudu mephistophiles), que se encuentra en la cordillera colombiana, ecuatoriana y peruana.

Pudú del norte fotografiado en 2023 en un páramo chileno.

Pudú del Norte fotografiado en 2023 en su hábitat, el páramo andino. Crédito: Wikabyel (CC).

Geográficamente, la zona que se creía habitada exclusivamente por el pudú del norte se divide en dos áreas separadas entre sí por la Depresión de Huancabamba. Una, al norte (Colombia, Ecuador y extremo norte de Perú); otra, al sur (norte y centro de Perú).

Desde hacía un tiempo algunos investigadores sospechaban la existencia de más de una especie en el área que ocupa el pudú del norte, ya que la Depresión de Huancabamba constituye una barrera geográfica que habría aislado completamente a  las poblaciones del norte de las del sur. 

Y aunque hasta ahora se pensaba que ambas poblaciones estaban englobas en una especie, Pudu mephistophiles, investigaciones realizadas en los últimos años verificaron las sospechas: la existencia de otra especie más: Pudella carlae.

 

Pudella carlae. Crédito: Barrio Et al, Journal of mammalogy.

Pudella carlae. Crédito: Javier Barrio, Eliécer E Gutiérrez, Guillermo D’Elía, The first living cervid species described in the 21st century and revalidation of Pudella (Artiodactyla)Journal of Mammalogy, 2024.

Pudella mephistophila (antes Pudu mephistophiles) habita la cordillera ecuatoriana y parte de los Andes colombianos. En cambio, Pudella carlae se distribuye a lo largo del área más septentrional y central de los Andes orientales peruanos, al este del río Marañón. La distancia más cercana entre ambas especies es de 50 kilómetros, y se encuentra determinada por la Depresión de Huancabamba. Una barrera geográfica de baja elevación y ambientes más secos, recorrida por los ríos Huancabamba y Marañón.

La descripción y verificación de los resultados más recientes se encuentran en la publicación  The first living cervid species described in the 21st century and revalidation of Pudella (Artiodactyla)  de la edición del 1º de marzo de 2024 de Journal of Mammalogy.

Sobre los métodos

Los investigadores realizaron extracciones de ADN en tejidos secos de músculo y piel de pudúes conservados en colecciones de museos, que además sumaron a conjuntos de datos de estudios previos en otros cérvidos. Luego evaluaron qué tan similares eran genéticamente entre sí. 

También realizaron mediciones de cráneos para evaluar posibles diferencias de tamaño entre pudúes de la misma especie en restos óseos de pudúes de museos de Colombia, Perú, Estados Unidos, Ecuador y Argentina. 

Con los datos realizaron análisis de parentesco. Es decir, análisis de las diferencias genéticas y de tamaños (medidos previamente), que permitieran agrupar a los pudúes analizados según se parecieran más o menos entre sí. 

Los análisis exhibieron grandes diferencias entre las poblaciones de pudú del norte (Colombia, Ecuador y Perú) y pudú del sur (Argentina y Chile). 

Los estudios permitieron verificar que el grupo del pudú del norte estaba conformado por dos especies, y no por una. «La forma típica se distribuye al norte de la Depresión de Huancabamba desde el extremo norte de Perú hacia el norte (Ecuador y Colombia), mientras que la segunda se distribuye al sur de la Depresión de Huancabamba y es endémica de Perú. Como no hay nombre disponible para esta última, aquí la nominamos y describimos formalmente. Esta es la primera especie viviente de cérvido descrita en el siglo XXI y la primera del Nuevo Mundo en más de 60 años. Además, como el pudú del sur (la especie tipo de Pudu) no es hermano de las dos especies de pudú del norte, revalidamos el género Pudella para colocar a las dos últimas especies», informan los científicos a cargo del estudio.

Los investigadores, pues, propusieron usar un nombre científico  para el pudú del sur (Pudu) y otro diferente para las dos especies de pudúes del norte.

 

Rango de distribución del Pudú del norte. En rosado, el área norte, y en azul el área sur. Los números indican la ubicación de cada uno de los individuos secuenciados genéticamente en el estudio. Fuente: Barrio et al (2024) & Oscar Chipana.

Rango de distribución del Pudú del norte. En rosado, el área norte, y en azul el área sur. Los números indican la ubicación de cada uno de los individuos secuenciados genéticamente en el estudio. Fuente: Barrio et al (2024) & Oscar Chipana.

 

Las tres especies sudamericanas

Tras el hallazgo de la especie nueva de ciervo pequeño se definen tres especies de pudú que existen exclusivamente en América del Sur:

  • La especie pudú del norte renombrada pudú de los páramos ecuatorianos (Pudella mephistophila). Se distribuye en bosques montanos de la región norte de los Andes, a lo largo de Ecuador y de Colombia. Su color es amarronado, la cara es negra y es el más pequeño de los tres pudúes pesando hasta 6 kilogramos.
Pudella mephistophila, pudú de los páramos ecuatorianos, antes Pudu mephistophiles.Fuente: Barrio et al (2024) & Omar Custodio.

Pudella mephistophila, pudú de los páramos ecuatorianos, antes Pudu mephistophiles. Crédito: Barrio et al (2024) & Omar Chipana.

 

  • La especie nueva de ciervo pequeño recientemente verificada es el pudú de las yungas peruanas (Pudella carlae). Conforma la población del sector de los andes peruanos.  Se distribuye en bosques montanos de Perú. Se reconoce por su patrón de tonalidades marrón claro anaranjado, con la cara negra excepto por la frente y las patas negruzcas. Sus orejas son ovaladas. Llega a alcanzar hasta un peso de 9 kilogramos.
Pudella carlae credito Barrio et al & Omar Custodio.

Pudella carlae. Crédito: Barrio et al & Omar Chipana.

 

 

  • El pudú del sur (Pudu puda), que habita los bosques los bosques templados y costeros sudamericanos de Argentina y Chile. Pelaje de color pardo rojizo y orejas puntiagudas. Pesa hasta 13 kilogramos.
Pudu puda. Pudú del sur. Crédito. Barrio et al & Omar Custodio.

Pudu puda. Pudú del sur. Crédito. Barrio et al & Omar Chipana.

Especies en riesgo

Actualmente se considera que estas especies son vulnerables porque su hábitat se encuentra en peligro, por la caza, por atropellamientos y ataques de perros. También por el incremento de la actividad agrícola y ganadera. Tanto como por la extracción de manera y la expansión de las zonas rurales. 

Importancia del hallazgo

En la familia Cervidae, los últimos descubrimientos de especies ocurrieron en Asia y Europa en la década de los noventa. 

Desde entonces no se había documentado el descubrimiento de nuevas especie. Este tipo de investigaciones contribuyen al conocimiento científico de especies en peligro de conservación, y permiten idear esfuerzos para proteger las áreas en las que habitan estas especies únicas en el mundo.

 

Fuentes

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