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Usos del saber tecnológico en la escena del antiguo teatro griego
Como ocurre en casi todos los órdenes de la vida humana, la evolución de la representación teatral también ha estado asociada al avance e innovación de la tecnología y en los resultados de sus aplicaciones.
La concepción actual de la práctica artística escénica de Occidente se originó en la Atenas de la Grecia antigua en el siglo VI a. C., cuando el teatro integró el status del campo del arte a partir de la aparición del ditirambo.
El ditirambo era una forma de canto coral que se entonaba en los festivales que glorificaban a Dioniso, dios del vino y de la fecundidad.
Según la tradición griega, el actor y dramaturgo Tespis inventó la tragedia cuando incluyó en el coro del ditirambo la presencia de un actor que representaba a varios personajes mediante el uso actoral de máscaras distintas.
Desde entonces, las tragedias se representaron todos los años como parte del festival de Dioniso y de otras celebraciones anuales del mundo helénico.
Los teatros griegos abiertos más influyentes
El antiguo Teatro de Epidauro situado en la región de Argólida, al sur de Grecia, es uno de los teatros antiguos abiertos más conocidos y mejor conservados.
Fue construido entre finales del siglo IV y mediados del siglo II a. C., posiblemente con base en un diseño del arquitecto Policleto.
El teatro de Epidauro tenía una capacidad de hasta para 14 000 personas.
Otro teatro antiguo, el de Dodona, se encuentra en Epiro, en el noroeste griego. Es uno de los teatros al aire libre más grandes del mundo antiguo. Fue construido a principios del siglo III a. C., encima de la depresión natural de una ladera.
Tecnología & Arquitectura
Con el avance del quehacer teatral se planearon nuevas arquitecturas cuya tecnología colaboraría a que las representaciones pudieran ser disfrutadas por más espectadores y con resultados más eficaces.También aparecieron las máquinas que amplificarían los efectos en la escena teatral: máscaras diseñadas con materiales nuevos que generarían la diferencia entre los personajes y técnicas de amplificación de las voces.
Arquitectónicamente, los antiguos teatros griegos abiertos se construían con forma de herradura. Estaban conformados por los siguientes espacios arquitectónicos:
- Koilon, gradas escalonadas destinadas a los espectadores ubicadas de manera semicircular.
- Parodos, entradas laterales abiertas con acceso a la Orchestra y a las gradas.
- Orchestra, espacio circular de tierra lisa y compacta donde el coro bailaba y cantaba.
- Proskenion, escenario rectangular y plano situado detrás de la orquesta. Allí los actores realizaban la representación.
- Skene, estructura principal del escenario rectangular que a menudo se empleaba como decorado del fondo del escenario. Está compuesto por un escenario elevado, por pasillos por habitaciones..
- Paraskenion, salas y edificios laterales empleados para la preparación de la obra. Generalmente está integrado a la Skene.
- Diazoma, pasillo semicircular que divide el Koilon en dos secciones: la superior y la inferior.
Figura 1
Espacios funcionales de los elementos arquitectónicos del teatro griego antiguo.
Evidencia histórica sobre el diseño de los teatros antiguos
Un relato útil acerca de los principios de la arquitectura de los antiguos teatros griegos abiertos es el escrito por el ingeniero y arquitecto de la antigua Roma Marco Vitruvio Polión. Floreció durante el siglo I a. C. con su tratado Sobre la arquitectura conformado por diez libros. Un manual pensado para los arquitectos romanos.
En el quinto libro (V, III, 6), el arquitecto romano indica con claridad que los “corredores de separación deben guardar proporción respecto a la altura del teatro y su altura no debe ser mayor que su propia anchura. Si tuvieran una mayor altura rechazarían las voces y las elevarían hasta las partes más altas del centro del teatro, no permitiendo que llegue con nitidez el sentido de las palabras al oído de quienes están sentados en la parte superior de los corredores” (Vitruvio Polión, ~27 a. C. ).
También advierte (Vitruvio Polión, ~27 a. C. ) que la voz es como un “soplo de viento que fluye y se hace perceptible por el sentido del oído. La voz se difunde debido a innumerables ondulaciones circulares”.
Para explicar cómo funcionan las ondulaciones circulares del sonido el arquitecto e ingeniero romano entabla un paralelismo entre ellas y las olas que surgen cuando se arroja una piedra adentro de un estanque. E indica que la voz humana se expande circularmente pero que también “se expande a lo ancho y también se eleva gradualmente, verticalmente”. De tal modo que si ningún obstáculo “interrumpe la primera onda de la voz, no se anulará la segunda ni las siguientes, sino que todas —sin ninguna clase de resonancia— son oídas tanto por los espectadores de las filas inferiores como por los de las últimas filas” (Vitruvio Polión, ~27 a. C. ) .
Así es como explica las razones por las que los antiguos arquitectos, siguiendo los rastros de la naturaleza en relación con la expansión de la voz, “hicieron a la perfección las gradas de los teatros y buscaron a través de cálculos matemáticos y de proporciones musicales, que toda palabra pronunciada en el escenario llegara a los espectadores de la manera más clara y más agradable” (Vitruvio, ~27 a. C. ). Básicamente porque sabían que la voz se eleva.
En el sexto libro Vitruvio describe el trazado arquitectónico que tienen los teatros griegos pero, en función del orden político social romano, propone algunas modificaciones para los teatros romanos. No obstante, explica que tanto en unos como en otros se procuraba que:
- La altura de los asientos y la inclinación del Koilon (gradas) permitiera que el sonido se propagara hacia arriba llegando a los oyentes en armonía (sin interferencias de reflexión) y de forma clara.
Para que eso fuera posible Vitruvio menciona que la anchura del diazoma (pasillo que divide el Koilon en dos secciones) no debía exceder la altura de los asientos. De modo que la onda sonora siempre tocase los bordes de los niveles y llegase a los oyentes que se encontraban en los pasillos superiores de una manera que «…el final de las palabras se perciba claramente».
- b) Se dio alta prioridad a la elección adecuada del lugar, que debía tener buena acústica, sin ecos indeseados de obstáculos reflectantes cercanos. Al hacer referencia a autores griegos antiguos, Vitruvio describe los modos alternativos de comportamiento de la acústica de los lugares reflectantes de la siguiente manera:
- sitios acústicamente disonantes (katechountes);
- sitios reverberantes (periechountes);
- sitios ecoicos (antiechountes), y
- sitios acústicamente consonantes (synechountes).
Los lugares para los teatros debían cumplir la condición de ser acústicamente consonantes (synechountes).
Muchos factores ambientales también se consideraron para la elección del lugar y la orientación del teatro. Estos factores estaban relacionados con la evitación de ubicaciones insalubres, de sitios ventosos y expuestos directamente a la luz solar.
Posiblemente, el ruido ambiental, si estaba presente de manera sistemática en lugares específicos, también se tendría en cuenta.
La acústica del antiguo teatro abierto griego
De acuerdo a la mayoría de los estudios realizados acerca de las características acústicas de los teatros griegos abiertos, las propiedades geométricas de los antiguos teatros eran suficientes por sí solas para garantizar una buena acústica. Es decir: la estructura concreta.
La arquitectura permitía visualizar bien la escena teatral desde cualquier posición, la propagación óptima de las voces del coro, de los actores y de los instrumentos, con una absorción levemente reducida del sonido al llegar al público.
Las estructuras abiertas de los antiguos teatros griegos permitían una comunicación hablada para hasta 17 000 espectadores.
Una tarea que, por cierto, en la mayoría de los espacios de la actualidad se logra únicamente con asistencia electroacústica.
La acústica teatral antigua según la ciencia de hoy
En tal sentido, un estudio reciente titulado A Study of Ancient Greek and Roman Theater Acoustics señala que, en términos generales, la inteligibilidad del habla era inteligible en los antiguos teatros griegos.
No obstante ese hecho sostenido durante décadas por los investigadores, los científicos del recién citado artículo llevaron a cabo un exhaustivo análisis basado en ecogramas que les permitieron calcular de manera racional y en detalle, la inteligibilidad del Teatro de Epidauro según el Índice de Transmisión de Habla Rápida (RASTI).
El resultado es que la inteligibilidad es alta, con puntuaciones de RASTI que superan el 70 %, independientemente de la distancia entre la fuente y el receptor (asumiendo que los niveles de ruido ambiental son bajos).
Un dato que vale destacar es que, al igual que en los espacios arquitectónicos contemporáneos, la inteligibilidad del habla en los antiguos teatros griegos abiertos también variaba de acuerdo a la posición en que se encontrase sentado el espectador.
En tal sentido, las puntuaciones del RASTI de los asientos situados en el arco medio y central de las gradas son más altas. De hecho, de acuerdo a las mediciones, aquellas alcanzan un 90 %. En cambio, las posiciones laterales ofrecen puntuaciones más bajas.
El mismo artículo científico señala que por razones específicamente arquitectónicas, los asientos de las gradas centrales del Teatro de Epidauro tienen mejor acústica que los del antiguo teatro de Dodona cuya construcción se estima en el siglo III a. C. y para unos 17 000 espectadores.
Vale destacar que la misma fuente señala que, ante un ruido ambiental promedio ocasionado por el público, la inteligibilidad del habla desciende hasta niveles de un 50 %.
La tecnología de las máscaras
Dos íconos representan el teatro occidental: una máscara que representa la comedia y otra máscara que simboliza la tragedia.
Gracias a las representaciones iconográficas, escultóricas y a relatos históricos se sabe que los actores de la antigüedad empleaban máscaras; pero no existe evidencia arqueológica de ellas.
Las máscaras de arcilla encontradas en la Modernidad se utilizaban para rituales u ornamentos. No, para las representaciones escénicas. De tal modo que se infiere que eran de un material endeble, posiblemente de lino estucado o yeso.
El uso de máscaras resolvía varios problemas de la escenificación. Además de su aporte acústico, los gestos eran más notables y visibles a la distancia, debido al gran tamaño de las máscaras.
Existía un acuerdo social que establecía una característica determinada para representar a través de las máscaras, la edad y la condición social del personaje representado. Esa aceptación colectiva permitía el rápido reconocimiento del carácter del personaje.
Y otro detalle más: sólo los hombres podían ser actores por lo que las máscaras les permitía, también, interpretar roles femeninos.
Las máscaras teatrales consistían en una especie de casco integrado por dos partes separadas: una que cubría el rostro y otra que sostenía la peluca.
Las máscaras que cubrían la cabeza, además de transformar el rostro del actor, alteraban su voz e incluso modificaban la autopercepción de la voz; en particular, si las orejas también estaban cubiertas.
Para ahondar en el conocimiento de las máscaras, el departamento griego de Ingeniería eléctrica e informática de la Universidad de Patras se dedica desde 2011 a comprender cómo eran las máscaras que se empleaban en teatro, y cuál su funcionalidad acústica en relación con el edificio donde se recreaba la representación.
El mismo equipo de investigadores de la Universidad de Patras intentó recrear las máscaras griegas utilizadas en el teatro mediante la construcción de réplicas de diversas formas y con distintos materiales. Así probaron el funcionamiento de las máscaras en el Teatro de Epidauro.
Llegaron a la conclusión que más allá de si los actores empleaban una pequeña corneta para direccionar la voz, la estructura de la máscara en sí misma era una caja de resonancia.
Probaron desde diferentes ángulos del escenario teatral, registrando un sonido inteligible desde su origen hasta a una distancia de 60 metros. Dentro de la máscara la voz pudo elevarse hasta 110 decibeles. Estimaron, pues, que los actores debían estimar algún elemento para protegerse los oídos.
El arte de la escenografía y de la labor del tramoyista
Como se detalló más arriba, además del Koilon y la Orchestra, en las grandes construcciones teatrales también estaba la Skene. Era rectangular, se elevaba hasta tres metros ubicada delante de las gradas pero atrás de la Orchestra.
La Skene estaba dividida en proscenium, donde ocurrían las representaciones, y post scenium, espacio empleado para los cambios de vestuarios. Allí también estaban dispuestas las máquinas que manejaban los tramoyistas.
El arte del tramoyista, notablemente avanzado para su época, fue fundamental en la creación del universo poético de las obras teatrales griegas.El uso del Deus Ex Machina, un mecanismo de grúa que permitía la aparición de dioses desde las alturas, fue emblema del teatro griego antiguo.
En tanto, la Ekkyklema, una plataforma móvil, servía para mostrar escenas en interiores. Los efectos visuales, como los ascensos y descensos de decoraciones mediante poleas, generaban un fuerte impacto en la audiencia. Estas grandes invenciones se caracterizaban por ocultar la maquinaria compleja para profundizar el efecto sorpresa hacia los espectadores.
Referencias
- Montoya Suárez, O. (2008). De la Téchne Griega a la Técnica Occidental Moderna. Scientia Et Technica, 14 (12), 298-303. https://bit.ly/3BKv4iV .
- Vassilantonopoulos L. and Mourjopoulos J.N. Audio Group (2003). A Study of Ancient Greek and Roman Acoustics Stamatis. Acta Acustica United With Acustica, 89, 123-136. ( https://bit.ly/3zYPF2p ).
- Mourjopoulos J.N., Kontomichos F., Papadakos Ch., Georganti E. y Vovolis T. (2014). The sound Effect of Ancient Greek theatrical masks. Proceedings, 14-20. ( https://bit.ly/3Y7gl99 ).
- Menard, R. y Savageot, C. (1926). Las Instituciones de la Antigüedad. I: Instituciones Civiles. Guerra. Ciencia. Daniel Jorro.
- Wiles, D. (2’12). Mask and Performance in Greek Tragedy: From Ancient Festival to Modern Experimentation. Cambridge.