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EL PARQUE

EL ASTROPARQUE

PARADA 1: RELOJ DE SOL

Nos detenemos a observar el Reloj de Sol. Este instrumento consiste en una piedra con un surco vertical y una inclinación especial: la inclinación del eje de la Tierra. También observamos un anillo metálico con números romanos. Su funcionamiento es simple: la sombra proyectada por el anillo sobre el surco de la piedra indica la hora actual.

La rotación de la Tierra genera un movimiento aparente del Sol en el cielo. Cada mañana aparece en el Este y al atardecer se pone por el Oeste. Al seguir esta trayectoria,  el Sol ilumina el anillo metálico y va proyectando sobre el surco las sombras de los números que allí aparecen. A medida que el Sol avanza en el cielo también lo hace la sombra de los números que observamos. 

Les parecerá curioso que el número ubicado exactamente en la vertical del instrumento sea el I (el número 1). Esto se debe a que este reloj de sol muestra el horario civil y no el solar, y aquí en la ciudad de Córdoba el Sol se coloca exactamente sobre la vertical del cielo a las 13:10 hs.

PARADA 2: PLAZA DE LOS SOLSTICIOS Y LOS EQUINOCCIOS

Estamos frente a la Plaza de los Solsticios y los Equinoccios. Se trata de un antiguo instrumento astronómico que permite medir el paso del tiempo observando la luz del Sol y las sombras que proyecta.

En el suelo hay una gran plataforma circular con inscripciones que indican: Mediodía, Mañana, Tarde, Solsticio, Equinoccio y las cuatro estaciones. En el centro se encuentra una columna inclinada con una esfera en la punta: eso es un gnomon.

Un gnomon es cualquier objeto cuya sombra nos ayuda a conocer la posición del Sol en el cielo. A lo largo del día y del año, su sombra se mueve por la superficie del círculo, marcando las estaciones y los momentos del día.

Este gnomon tiene una inclinación especial: apunta en la misma dirección que el eje de rotación de la Tierra. Así, su sombra cae sobre diferentes cuadrantes que combinan estaciones (invierno-verano, primavera-otoño) y momentos del día (mañana o tarde).

Por ejemplo, en una mañana de invierno o de otoño, la sombra caerá sobre el cuadrante superior derecho. En cambio, durante una tarde de primavera o verano, lo hará en el cuadrante inferior izquierdo.

Estos cambios en la sombra se deben al movimiento de traslación de la Tierra, es decir, al viaje que realiza alrededor del Sol durante el año. Como el eje terrestre está inclinado, la luz solar incide de forma diferente en cada hemisferio a lo largo del año, generando las estaciones.

Cuando en el hemisferio sur es verano, ese hemisferio está inclinado hacia el Sol, y los rayos solares llegan más directos. Al mismo tiempo, en el hemisferio norte es invierno, porque los rayos llegan de forma más inclinada. En los equinoccios la situación se equilibra: el Sol ilumina por igual ambos hemisferios, y su luz cae perpendicularmente sobre el ecuador. Ese día, la sombra del gnomon pasa justo por la línea marcada como Equinoccio.

En cambio, en los solsticios, la sombra también alcanza puntos clave: alrededor del 21 de junio, cuando ocurre el solsticio de invierno en el hemisferio sur, la sombra del gnomon al mediodía es la más larga del año y llega a la línea marcada como Solsticio de Invierno. Alrededor del 21 de diciembre, durante el solsticio de verano, la sombra al mediodía es la más corta y cae sobre la línea opuesta, la del solsticio de verano. Estas marcas indican los momentos del año en que el Sol alcanza su punto más bajo o más alto en el cielo al mediodía.

PARADA 3: GLOBO TERRÁQUEO PARALELO

Globo Terráqueo Paralelo

El globo terráqueo paralelo muestra una perspectiva distinta que otros globos terráqueos más comunes. En este instrumento Córdoba se ubica en el punto más alto y el eje de rotación apunta hacia el Polo Sur Celeste. El Polo Sur Celeste es un punto imaginario que marca la intersección del eje de la Tierra con la esfera que representa el cielo.

Seguimos avanzando por el parque de la Plaza. Los invitamos a ingresar al sector de la Plaza Didáctica

PLAZA DIDÁCTICA

PARADA 4: TORNILLO DE ARQUÍMEDES

El tornillo de Arquímedes es un dispositivo mecánico inventado por los griegos y es considerado como la primera bomba de agua. Este tornillo sinfín se acciona manualmente haciendo girar el volante del extremo superior. Este movimiento produce que el agua se eleve desde el extremo inferior del tornillo. 

En la actualidad este mecanismo se sigue utilizando. Un ejemplo es la elevación de granos utilizado en la agricultura.

PARADA 5: POLEAS y PALANCAS

Las poleas y las palancas son dispositivos que ayudan a levantar objetos pesados haciendo menos esfuerzo. 

Una polea es una rueda por la que pasa una cuerda. Sirve para subir o bajar objetos con mayor facilidad. Cuantas más poleas tenga un sistema, menos fuerza se necesita para levantar el objeto, pero se debe tirar de la cuerda por más tiempo.

Por otro lado, una palanca es una barra que se apoya sobre un punto fijo. Usando la palanca también se pueden mover objetos pesados aplicando menos fuerza. Ejemplos de palancas en la vida cotidiana son el subibaja, una tijera e incluso una puerta.

Lo interesante de estos dispositivos es que, aunque parezca que se hace menos esfuerzo, no reducen la energía total necesaria. Lo que hacen es distribuir el esfuerzo: se aplica menos fuerza pero durante más recorrido.

PARADA 6: EL PÉNDULO DE NEWTON

Nos encontramos ahora frente al péndulo de Newton, un dispositivo que nos permite visualizar de forma muy clara algunos principios fundamentales de la física.

Está formado por varias esferas idénticas, rígidas y pesadas —generalmente cinco— suspendidas en línea y en contacto directo entre sí.

Este aparato ilustra cómo se comporta la energía en choques elásticos, es decir, aquellos en los que no se pierde energía en forma de calor o deformación. Aquí podemos observar en acción dos principios clave: la transferencia de energía y la conservación de la energía total.

 

Si tomamos una de las esferas de un extremo y la soltamos desde cierta altura, ésta chocará contra la siguiente y se detendrá casi por completo. Las bolas del medio quedarán aparentemente quietas, y solo se moverá la bola del extremo opuesto, que saldrá impulsada alcanzando aproximadamente la misma altura que tenía la bola inicial.

Luego, esa bola vuelve a caer y golpea al conjunto, repitiendo el proceso en sentido contrario.

 

Si en lugar de una soltamos dos o más esferas juntas, veremos que la misma cantidad de bolas se moverá en el extremo opuesto, mientras las otras permanecen en reposo.

EL GEOPARQUE

PARADA 7: GEOPARQUE

En el parque de huellas encontramos representaciones de icnitas, es decir, huellas fósiles de animales prehistóricos. En este caso corresponden a animales que vivieron en América del Sur y también se representan otras huellas de animales actuales.

Las huellas de tonalidad rosada corresponden a dinosaurios que vivieron durante la era Mesozoica, en lo que hoy conocemos como América Latina.
Entre ellos se destaca el Argentinosaurus, uno de los dinosaurios herbívoros más grandes que se conocen. Podía alcanzar los 40 metros de longitud y un peso estimado de entre 70 y 80 toneladas. Su cuello extremadamente largo le permitía acceder a la vegetación de gran altura, alimentándose de las copas de los árboles.

Otro ejemplar notable es el Giganotosaurus carolinii, un dinosaurio carnívoro que también se cuenta entre los más grandes de su tipo. Este depredador poseía mandíbulas potentes con dientes afilados y una estructura corporal robusta, lo que lo convertía en un cazador muy eficiente. Se estima que alcanzaba los 15 metros de largo y un peso de alrededor de 7 toneladas.

También se encuentran representadas las huellas de un dinosaurio ornitópodo, un grupo de herbívoros caracterizados por su pico córneo, cuello corto y patas con tres dedos, similares a los de las aves.
Entre los carnívoros medianos, está presente el Herrerasaurus, un dinosaurio bípedo de tamaño medio, con dientes curvos y puntiagudos, brazos cortos y manos provistas de garras, adaptadas para sujetar y desgarrar a sus presas.

Otro de los animales representados es el Eoraptor, un pequeño dinosaurio carnívoro de aproximadamente un metro de longitud, que se alimentaba de reptiles, pequeños mamíferos e insectos.

Por último, también se ha incluido una representación de un pterosaurio, un reptil volador que no era un dinosaurio, pero convivió con ellos. Se caracterizaba por sus alas formadas por una membrana y un esqueleto liviano con huesos huecos, lo que le permitía volar con gran eficiencia. Su dieta era variada: desde insectos y peces hasta pequeños animales terrestres.

Si continuamos el recorrido, encontraremos representaciones de huellas pertenecientes a animales que vivieron en la era Cenozoica, durante la cual surgieron los grandes mamíferos que habitaron esta región luego de la extinción de los dinosaurios. Esta fauna, conocida como megafauna sudamericana, estaba formada por animales de gran tamaño que poblaron los territorios que hoy corresponden a Argentina.

Uno de los más emblemáticos fue el Glyptodon, un mamífero herbívoro acorazado, emparentado con los actuales armadillos. Su cuerpo estaba protegido por un caparazón redondeado, formado por placas óseas, y tenía extremidades cortas adaptadas para sostener su gran peso. Algunos ejemplares alcanzaban los 3 metros de longitud y superaban la tonelada de peso. Su aspecto recuerda al de una tortuga terrestre, aunque se trataba de un mamífero.

Otro gigante de esta época fue el Megatherium, un perezoso terrestre de enormes dimensiones. Tenía una estructura ósea muy robusta, con una pelvis ancha y una musculosa cola que utilizaba como tercer punto de apoyo para erguirse. Así, podía sostener su enorme cuerpo sobre las patas traseras y alcanzar las ramas altas con sus brazos largos y garras curvas. Llegaba a medir más de 6 metros de largo y pesaba más de 3 toneladas.

La Macrauchenia era otro habitante característico de esta era. Tenía una apariencia singular, parecida a un camello sin joroba, con cuello largo y una trompa corta. Medía cerca de 3 metros de largo, 2 metros de alto y podía pesar hasta 1.500 kg. Era un herbívoro que se alimentaba en zonas de pastizales y llanuras aluviales. Este género era autóctono de América del Sur y habitaba extensamente la llanura pampeana prehistórica, abarcando regiones que hoy comprenden las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, La Pampa, Entre Ríos y San Luis. Tuvo contacto con los primeros humanos, lo que probablemente contribuyó a su extinción.

También está representada la Paleolama, un camélido extinto de aproximadamente 2 metros de largo y alto, con hábitos herbívoros. Se cree que su extinción estuvo relacionada con la caza por parte de los humanos.

Por último, encontramos huellas del Stegomastodon, un gran mamífero herbívoro emparentado con los elefantes actuales. Medía unos 3 metros de altura y pesaba más de 5 toneladas. Su alimentación se basaba principalmente en pastos, aunque también consumía brotes de árboles y diversos vegetales que encontraba en su entorno.

 

Si avanzamos hacia las huellas más cercanas al pabellón, nos encontramos con representaciones de huellas de animales actuales, algunos en peligro de extinción:

 

Hacia el final del recorrido encontramos representaciones de huellas de animales actuales, algunos de ellos en peligro de extinción. Estos animales forman parte de la fauna silvestre sudamericana, y muchos habitan en zonas naturales protegidas del norte y centro de Argentina.

Entre ellos se destaca el Aguará Guazú, el mayor de los cánidos sudamericanos. Tiene una figura esbelta y patas muy largas adaptadas a zonas de pastizales altos. Presenta una coloración rojiza anaranjada, con una característica crin oscura en el cuello, y manchas blancas en la garganta, orejas y cola. Alcanza un largo aproximado de 1,40 m y pesa cerca de 25 kg. Es un animal tímido y solitario, de hábitos nocturnos y crepusculares, que se alimenta de pequeños vertebrados, frutos e insectos.

También se representa al Yaguareté, el felino más grande de América. Es un cazador solitario, fuerte y sigiloso. Tiene un cuerpo robusto, con pelaje amarillo cubierto por manchas negras que forman rosetas. Los machos pueden llegar a medir 1,80 metros de largo y pesar unos 80 kg. Actualmente se encuentra en peligro crítico de extinción en Argentina, con una distribución muy restringida al noreste del país.

Otro animal presente es el Tatú Carreta, el mayor de los armadillos. Puede alcanzar hasta un metro y medio de largo, y se distingue por su cuerpo cubierto de placas óseas, su rostro alargado y sus grandes uñas delanteras, que le permiten excavar cuevas profundas. Es un animal solitario y nocturno, que se alimenta de insectos, larvas y otros pequeños invertebrados.

El Puma también está representado en las huellas. Este gran felino tiene una forma esbelta y ágil, con una cabeza ancha, orejas redondeadas y cola larga. Los adultos presentan un pelaje corto y uniforme, de tonalidades que van del rojizo al grisáceo. Son depredadores muy adaptables, capaces de habitar desde montañas hasta llanuras, y se alimentan de mamíferos medianos y grandes, como guanacos, ciervos y ñandúes.

Por último, se encuentran huellas del Ñandú, el ave más grande de Sudamérica. En Argentina habitan dos especies: el ñandú común y el choique. El primero puede alcanzar 1,80 metros de altura y pesar hasta 40 kilos, mientras que el segundo es más pequeño, con una altura de 1,10 metros y un peso de hasta 25 kilos. Tienen patas largas y fuertes adaptadas para la carrera, llegando a alcanzar velocidades de hasta 60 km/h. Su dieta es omnívora, compuesta por semillas, frutas, insectos y pequeños vertebrados.

EL PABELLÓN

Luego de recorrer el parque de Plaza Cielo Tierra los invitamos a ingresar al pabellón, cuya forma es muy especial. Se trata de dos dodecaedros semienterrados. Para los antiguos griegos, el dodecaedro era una figura vinculada al universo en su conjunto. Según su concepción, todo en la naturaleza estaba constituido por cuatro elementos fundamentales: aire, tierra, fuego y agua. El interior del edificio está inspirado en estos cuatro elementos y propone un recorrido que invita a pensar un viaje hacia el interior de nuestro planeta, explorando sus capas y descubriendo sus características. 

 

PARADAS: 

Luego de ingresar al edificio por el nivel aire, descendemos hasta el primer subsuelo, que representa al elemento tierra.

PARADA 1: LA TIERRA Y SU EVOLUCIÓN

Al descender por las escaleras nos encontramos con una ilustración que muestra las capas del interior de nuestro planeta. 

La Tierra está compuesta por distintas capas. La más superficial es la corteza, una capa extremadamente delgada si la comparamos con las demás. Más abajo se encuentra el manto, que ocupa la mayor parte del volumen de nuestro planeta. Y en el centro, el núcleo, que a su vez se divide en el núcleo externo e interno.

¿Nuestro planeta siempre fue así? En realidad la estructura interna que observamos hoy es el resultado de un largo proceso de diferenciación que comenzó hace aproximadamente 4600 millones de años, durante su formación. En otras palabras, la Tierra tal como la conocemos hoy es producto de su evolución a lo largo del tiempo.

PARADA 2: CORTEZA

La corteza, una capa rocosa, es la capa más fina y externa del planeta. Se divide generalmente en corteza oceánica y corteza continental. La corteza oceánica, que se encuentra en el fondo de los océanos, tiene alrededor de 7 kilómetros de grosor y está compuesta por rocas ígneas oscuras denominadas basaltos. Por otro lado, la corteza continental, que se encuentra en todos los continentes y tierras emergidas, tiene un grosor medio de entre 35 y 40 kilómetros, pero puede superar los 70 kilómetros en algunas regiones montañosas. A diferencia de la corteza oceánica, que tiene una composición química relativamente homogénea, la corteza continental consta de muchos tipos de rocas. Sin embargo, en el nivel superior tiene la composición media de una roca granítica, similar a la del granito utilizado en mesadas de algunos hogares.

Lo que usualmente llamamos suelo es una porción de la superficie del planeta que ha experimentado una serie de procesos físico- químicos y biológicos por los cuales una roca o un sedimento se ha transformado. Un suelo tiene una estructura en capas denominadas horizontes, cada una con sus propiedades características. En general, un 45% del suelo se compone de minerales, un 25% es agua, infiltrada en los poros del terreno, un 25% es aire y el 5% restante es materia orgánica

Existe entre el suelo y los seres vivos una interrelación constante. Los seres vivos toman minerales, aire y agua del suelo, pero a su vez lo enriquecen mediante diferentes procesos, y sus desechos y restos pasan a formar parte de él cuando mueren. Hay una circulación continua de materia entre el suelo y los seres vivos.

PARADA 3: ROCAS Y MINERALES

En este espacio están representados algunos minerales diferentes y además se exhiben muestras reales. Los minerales son sustancias naturales, inorgánicas, con una composición química y un sistema de cristalización definido. Junto al nombre de cada mineral representado en la pared aparece un número que indica su dureza en la escala de Mohs. Esta escala permite clasificar a los minerales en 10 niveles según cuál raya a cuál. El más blando es el talco, número uno en la escala de Mohs, un mineral compuesto por silicio, oxígeno y magnesio. El más duro es el diamante, número 10 en la escala, una de las formas del carbono puro. 

Aquí también se pueden observar algunos minerales llamativos, como lo son ciertas variedades de cuarzo: amatista, citrino, cristal de roca y cuarzo rosado. También se expone una muestra de berilo y de rosa del desierto. 

Las rocas son conjuntos de minerales y pueden estar formadas por una o más especies de minerales. El granito, por ejemplo, es una roca muy común en la corteza continental y está compuesto por feldespato, cuarzo y mica.

En la corteza terrestre reconocemos tres tipos de rocas: ígneas, metamórficas y sedimentarias. 

Las rocas ígneas, se forman a medida que el magma se enfría y solidifica. Cuando esto ocurre en la superficie terrestre se clasifican como extrusivas o volcánicas. Sin embargo, si el magma pierde su movilidad antes de alcanzar la superficie y cristaliza en profundidad se denominan intrusivas o plutónicas. En Córdoba, por ejemplo, podemos ver grandes cantidades de granito -una roca ígnea intrusiva- en Pampa de Achala y en las Sierras de Los Gigantes.

Las rocas metamórficas se producen a partir de una roca madre, que puede ser una roca ígnea, una sedimentaria o incluso otras rocas metamórficas. Metamórfico significa ¨cambio de forma¨. La mayoría de cambios en las rocas se producen por altas temperaturas y presiones que se dan en la profundidad de la corteza terrestre y el manto superior. Allí, las rocas sufren un reordenamiento interno de sus minerales e incluso pueden formarse nuevos minerales, siempre manteniendo el estado sólido. Un ejemplo muy común en las sierras de Córdoba es el mármol, compuesto de carbonato de calcio, y que originalmente fue una roca sedimentaria: la caliza.

Las rocas sedimentarias están formadas por sedimentos, es decir fragmentos de otras rocas. Estos sedimentos son transportados, depositados, y posteriormente consolidados para formar una nueva roca en un proceso llamado litificación. También se forman rocas sedimentarias cuando, a partir de la descomposición química de otras rocas, ciertos minerales transportados por el agua precipitan y se acumulan. A partir de las rocas sedimentarias, los geólogos pueden reconstruir muchos detalles de la historia de la Tierra, ya que los sedimentos son depositados en muchos puntos diferentes de la superficie y así las capas rocosas que acaban formando contienen muchas pistas sobre los ambientes de la superficie en el pasado.  Un ejemplo en la provincia de Córdoba son las areniscas rojas del Cerro Colorado.

De esta forma, nuestro planeta recicla sus materiales para generar continuamente nuevas rocas. A este conjunto de procesos se lo conoce como el Ciclo de las Rocas, un ciclo de reciclaje continuo. Por ejemplo, una roca sedimentaria puede transformarse en metamórfica, ésta, a su vez, puede fundirse y dar origen a una roca ígnea. Luego, si esta roca ígnea alcanza la superficie, puede ser la materia prima para generar nuevas rocas sedimentarias.

PARADA 4: TYRANNOTITAN CHUBUTENSIS

Si miramos hacia atrás, colgando sobre el siguiente subsuelo, se observa la réplica de un fósil de un dinosaurio encontrado en Argentina. Se trata de un Tyrannotitan chubutensis, un dinosaurio que vivió en la Patagonia hace unos 100 millones de años. Su nombre significa «titán tirano de Chubut» y era un pariente cercano del Giganotosaurus carolinii, otro gran depredador argentino.

 Los fósiles son toda evidencia de vida pasada y se encuentran en algunos tipos de rocas. Generalmente son restos de partes duras o más resistentes de los organismos, tales como huesos, caparazones, conchillas o troncos, que al quedar sepultados por los sedimentos se fueron compactando y mineralizando hasta quedar totalmente petrificados. Sin embargo también se han encontrado fósiles de las partes blandas de algunos organismos. 

Es importante destacar que no solo los restos físicos son considerados fósiles, sino también cualquier evidencia de actividad de un organismo, como huellas, madrigueras o nidos.

Salvo casos excepcionales, los fósiles corresponden a fragmentos o partes aisladas y no a esqueletos completos ni articulados. Por eso se requiere un gran trabajo para reconstruir cómo pudo haber sido el animal en vida. ¿Saben cuál es la ciencia que se dedica a estudiar la vida del pasado? Es la PALEONTOLOGÍA, y sus investigadores se encargan de reconstruir la historia de la vida en la Tierra, basándose principalmente en el estudio de los fósiles. 

PARADA 5: TABLA PERIÓDICA DE ELEMENTOS

Si continuamos avanzando, nos encontramos con la tabla periódica de elementos. 

Los antiguos griegos creían que toda la materia que formaba la naturaleza estaba constituida por cuatro sustancias elementales: agua, fuego, aire y tierra. En la actualidad, con otras herramientas de estudio y de observación, se sabe que toda la materia está formada por pequeñas partículas llamadas átomos, que a su vez están formadas por partículas más pequeñas o subatómicas: protones, neutrones y electrones. Los protones y neutrones se encuentran en el núcleo de los átomos, mientras que los electrones se mueven alrededor del núcleo. Según la cantidad de protones que tenga el núcleo de un átomo, podemos identificar los diferentes elementos químicos, que se organizan en esta tabla. 

 

Ahora, vamos a descender hacia el siguiente elemento: el fuego. Allí conoceremos más sobre las capas internas de nuestro planeta comenzando por la segunda capa: el Manto.

PARADA 6: EL MANTO

A medida que descendemos hacia el interior del planeta, la temperatura y la presión aumentan. Hemos llegado a la segunda capa de la Tierra: El manto. Esta capa representa aproximadamente el 82 por ciento del volumen del planeta y tiene casi 2 900 kilómetros de espesor. Está formada por rocas silicatadas y se extiende desde la base de la corteza hasta el núcleo externo líquido.

Aunque es una capa esencialmente sólida, pueden distinguirse zonas donde el material tiene un comportamiento plástico, similar al de la plastilina. 

Entre la parte superior del manto, es decir la más cercana a la corteza y la parte inferior, más cerca del núcleo, existe una gran diferencia térmica, de 600 ºC hasta 3.000 ºC. Esto produce movimientos convectivos, es decir, los materiales calientes y menos densos cercanos al núcleo ascienden mientras que los más fríos y más densos cercanos a la corteza descienden, repitiendo el ciclo.

PARADA 7: PLACAS TECTÓNICAS

Si elimináramos toda el agua de la superficie de la Tierra y la acumuláramos en una gran gota, obtendríamos una esfera de agua de unos 1.400 km de diámetro. Parece mucho, pero comparado con el volumen de la Tierra, es apenas una milésima parte. 

Si pudiéramos observar con detalle la superficie del planeta, distinguiríamos un conjunto de piezas enormes que, como en un rompecabezas gigante, cubren toda la superficie del planeta. Estas piezas se denominan placas tectónicas. La parte rígida y superior del planeta, conocida como litosfera, está compuesta por la corteza y el manto superior, y se encuentra subdividida en estas grandes piezas. Aunque existen una gran cantidad de placas, las más importantes son alrededor de 28. Algunas comprenden únicamente tierra firme, otras están cubiertas en su totalidad por agua, y otras combinan ambos territorios. Estas placas descansan sobre la astenosfera, una capa del manto inferior que, debido a su comportamiento dúctil y móvil, permite que las placas se desplacen horizontalmente a lo largo de la superficie terrestre.

Las placas se desplazan e interactúan entre sí. Se reconocen sólo tres tipos de interacciones entre las placas y se las clasifica según lo que ocurre con sus bordes o márgenes: 

Las placas con márgenes convergentes son aquellas que se desplazan en sentido opuesto acercándose una a otra, colisionando entre ellas.  La placa más densa se sumerge por debajo de la otra. Estos bordes son lugares donde se consume corteza terrestre.  La placa que se sumerge al manto es siempre la más densa, que corresponde a la corteza oceánica. En este tipo de interacción se generan cadenas montañosas. Algunas con presencia de volcanes ya que, entre otras cosas, el agua que ingresa al interior ayuda a bajar el punto de fusión de las rocas y se funden más fácilmente. Un ejemplo de este borde es la cordillera de los Andes.

Las placas de márgenes divergentes son aquellas que se desplazan en sentido opuesto alejándose una de la otra. Este tipo de situación ocurre en el centro de los océanos, y provoca que en sus límites emerja magma constantemente y se genere un nuevo fondo oceánico.

Las placas de márgenes transformantes  son aquellas que se desplazan en forma paralela sin destruir ni construir corteza. La región por la cual las placas se desplazan se denomina falla geológica y en este caso es una falla muy particular, que se denomina “falla transformante”. Estas son regiones de alto riesgo sísmico, como la falla de San Andrés, en el suroeste de Estados Unidos.

Esto nos conduce a la pregunta: ¿los continentes han estado siempre en el mismo lugar? La respuesta es no. Las placas tectónicas se han ido desplazando durante millones de años, modificando la forma y ubicación de continentes y océanos, y aún lo siguen haciendo, aunque a razón de apenas 5 a 10 cm por año. Sin embargo, acumulados durante millones de años, estos desplazamientos han sido significativos.

Un ejemplo es el supercontinente Pangea, que existió a finales de la era Paleozoica, hace unos 250 millones de años. Pangea reunía todas las masas continentales actuales. 

Sin embargo, esta configuración duró apenas unos pocos millones de años y las placas comenzaron a separarse, a generar nuevas cuencas oceánicas y distribuir las masas continentales hasta llegar a la configuración actual.

PARADA 8: ¿CÓMO SE FORMAN LAS CORDILLERAS?

Como mencionamos anteriormente, las cordilleras se forman en las márgenes convergentes de placas, esto es, allí donde dos placas tectónicas se acercan mutuamente y colisionan. 

Las Cordilleras por subducción de una placa oceánica versus una continental se producen cuando una placa oceánica se introduce por debajo de una placa tectónica continental. En este proceso, la placa continental se deforma, se quiebra y se pliega, lo que produce una elevación de la superficie. El resultado es una cordillera que se caracteriza por su gran longitud, de casi de todo el borde de la placa. Son conocidas como “Orógenos Lineales”.
Un ejemplo es la Cordillera de los Andes que se extiende a lo largo de todo el borde occidental de Sudamérica, originada por el empuje de la placa de Nazca que se mueve hacia el este y se introduce bajo la placa Sudamericana que se desplaza hacia el oeste. 

Las Cordilleras por subducción de una placa continental versus otra continental ocurre cuando una de las placas se monta sobre la otra a través de una especie de rampa o plano de falla, ya que ambas poseen la misma densidad. Esto produce el engrosamiento de la corteza continental, que puede llegar a duplicar su espesor y generar elevaciones del terreno muy espectaculares.
Este mecanismo ha producido las montañas más altas del planeta como es el caso del Everest en la cordillera del Himalaya, ubicada entre la India y China. En este caso, la placa de la India, en su movimiento hacia el Norte, colisionó con la placa Euroasiática, ambas de corteza continental.

Estos movimientos de placas se suelen percibir en la superficie de la Tierra como sismos. Los sismos se producen cuando dos placas tectónicas  chocan o se desplazan lateralmente entre sí, lo que produce un reacomodamiento local y libera gran cantidad de energía. Esta energía produce ondas de presión, conocidas como ondas sísmicas, que tienen diferentes amplitudes y frecuencias. Estas ondas viajan atravesando las distintas capas de la tierra, y también se reflejan en los límites entre cada capa. Algunas son percibidas con gran intensidad en la superficie terrestre y pueden generar grandes catástrofes.
Dos conceptos asociados a los sismos son el hipocentro y el epicentro. El hipocentro refiere al lugar exacto en profundidad donde se libera esta energía, es decir donde se produjo el reacomodamiento de placas. El  epicentro a su vez corresponde a la proyección vertical del hipocentro en la superficie terrestre.

PARADA 9: VOLCANES

La actividad volcánica suele comenzar cuando se produce una fisura en la corteza a medida que el magma asciende hacia la superficie. El magma asciende a través de un conducto circular denominado chimenea. Al llegar a la superficie, el magma libera gases por descompresión y transforma su composición ya que en su trayecto absorbe material de las rocas circundantes. Este magma modificado se denomina lava. Las sucesivas erupciones de lava muchas veces separadas por largos períodos de inactividad terminan formando la estructura que se denomina volcán.

En la cima de muchos volcanes existe una depresión de paredes empinadas llamada cráter. Los cráteres se fueron formando a medida que los fragmentos expulsados en las erupciones se acumulaban alrededor de la chimenea, creando una estructura en forma de cuenco.

En las erupciones volcánicas la lava puede emerger en forma explosiva, acompañada de expulsión de los gases, rocas y cenizas. Sin embargo, en otros casos puede fluir en forma tranquila, como un río. Esto depende de la cantidad de gases disueltos que contenga el magma y de su composición. 

¿Hay volcanes en la provincia de Córdoba? Sí, aunque están inactivos desde hace mucho tiempo. Hay dos antiguas zonas volcánicas principales en la provincia: los volcanes de Pocho, en el noroeste de Córdoba, los cuales tuvieron erupciones hasta hace unos 5 ó 7 millones de años y están asociados a la elevación de la Cordillera de los Andes y de las propias Sierras de Córdoba. Por otro lado, están los volcanes de los Cóndores, ubicados en las Sierras Chicas, que derramaron lava por última vez hace unos 120 millones de años. Estos últimos surgieron como resultado de la ruptura del antiguo continente de Gondwana, que dio lugar a la separación de América del sur de África dando así comienzo a la apertura del océano Atlántico.

 

Continuamos ahora nuestro viaje hacia el centro de la Tierra. Para ello, debemos asomarnos por el balcón y así poder observar lo que allí sucede.

PARADA 10: NÚCLEO

Bienvenidos al núcleo del planeta Tierra, donde las condiciones son muy extremas. La temperatura varía entre los 4.200 ºC, en el límite con el manto, y los 6.500 ºC, en su centro, valores comparables a la temperatura en la superficie del sol. El núcleo de la Tierra es la zona más densa, más caliente y de mayor presión de nuestro planeta. La presión en esta zona es alrededor de un millón de veces mayor a la que sentimos en la superficie.

El núcleo terrestre es completamente metálico, formado principalmente por hierro, en menor proporción níquel y probablemente algo de azufre. Su capa exterior denominada núcleo externo, se extiende entre los 2.900 y los 5.100 kilómetros de profundidad, es líquida y tiene movimientos de convección. Hemos mencionado durante nuestra parada anterior que esto sucede porque las diferencias de temperatura y densidad entre distintas regiones provocan movimientos locales de este material líquido. La porción central del núcleo, el núcleo interno, es sólido. Se extiende desde los 5.100 km y hasta el centro de la Tierra, a unos 6.370 km de profundidad.

La información que se tiene de estas dos regiones del  de la Tierra proviene de estudiar las características y recorrido de las ondas de presión que se producen cuando ocurren movimientos sísmicos, a profundidades tan superficiales como 10 ó 20 km o tan profundas como alrededor de 700 km. Las ondas sísmicas atraviesan las distintas capas de la Tierra y llegan a los equipos de las estaciones sismográficas sobre la superficie, donde son registradas y analizadas, brindando información muy valiosa sobre las características físicas de los materiales del interior de la Tierra, su composición, su comportamiento y su localización.

¿Escucharon hablar del campo magnético de la Tierra? La rotación del núcleo metálico dentro de su “envoltura” de material líquido y su capacidad como conductor de la electricidad, es lo que desde la ciencia se ha entendido que origina el campo magnético de la Tierra. Recordemos que las cargas eléctricas en movimiento producen la aparición de un campo magnético a su alrededor.

La acción del campo magnético es muy importante para nuestro planeta ya que actúa como un escudo que nos protege del choque de los rayos cósmicos provenientes del espacio exterior. Sin este campo magnético protector, la vida en la Tierra probablemente no hubiese sido posible. Los rayos cósmicos tienen tanta energía que pueden provocar la ruptura de los enlaces químicos entre los átomos que forman las moléculas orgánicas, complejas e indispensables, y que componen a todos los seres vivientes.

El campo magnético terrestre también atrae y desvía hacia los polos terrestres a las partículas cargadas eléctricamente que provienen de los vientos solares. La interacción de estas partículas con ciertos elementos y compuestos químicos presentes en la atmósfera produce efectos de luz en el cielo, llamados “auroras polares y boreales”, y que generalmente se observan cerca de los polos terrestres.

 

Los invitamos ahora a volver a la superficie, hacia el elemento Agua.

PARADA 11: ¿CÓMO ES EL AGUA?

 El agua es la esencia de nuestro planeta, lo que lo hace único. Encontramos el agua en la Tierra en sus tres estados: sólido, líquido y gaseoso. El agua en estado gaseoso está en el aire, en forma de humedad. El agua en estado líquido está en los ríos, mares, océanos, lagos y lagunas; y en acuíferos debajo de la superficie terrestre. También forma parte de cada uno de nosotros, los seres vivos. Los humanos tenemos aproximadamente un 70% de agua en nuestro cuerpo. Gracias a ella podemos regular la temperatura. El planeta Tierra también regula su temperatura a través del agua. Las corrientes marinas transportan el calor desde el ecuador hacia zonas templadas y el agua fría desde los polos hacia los trópicos. 

El agua en estado sólido se encuentra en los glaciares, en el permafrost y en los polos. El permafrost es el suelo congelado encontrado a cierta profundidad del suelo, en regiones con bajas temperaturas. En el polo norte y en su extremo opuesto, el polo sur, se encuentra casi la totalidad de hielo del planeta. También el hielo está presente en la nieve. La nieve está formada por pequeños cristales de hielo que adquieren múltiples y llamativas formas.

El agua es un compuesto químico en el cual cada molécula está formada por dos átomos de hidrógeno unidos a un átomo de oxígeno. En estado sólido, estas moléculas se ubican en posiciones fijas formando una red cristalina hexagonal donde las moléculas están separadas y con espacios vacíos entre ellas. En el agua líquida en cambio las moléculas están muy desordenadas y más juntas. Esto hace que el hielo ocupe más espacio que la misma cantidad de agua en estado líquido, y por lo tanto sea menos denso que el agua líquida. Gracias a esto, el hielo flota. Y gracias a que el hielo flota, miles de millones de organismos pueden existir. 

El agua en la Tierra fluye constantemente. Durante ese flujo, pasa por los 3 estados. Este continuo movimiento de agua que ocurre debajo, encima y en la superficie del planeta junt con las transiciones entre los distintos estados, es conocido como el ciclo del agua. Este proceso es fundamental para la vida en la Tierra.

De manera simplificada, el agua que cae como lluvia o nieve se acumula en arroyos, ríos y lagos. Parte de ella se infiltra en el suelo, formando acuíferos, mientras que una gran cantidad llega eventualmente al mar. Además, el agua es absorbida por los seres vivos. Luego, a través de la evaporación, el agua asciende, se condensa en nubes y forma gotas o cristales de hielo, comenzando así el ciclo una vez más, de forma ininterrumpida.

PARADA 12: EL AGUA EN ARGENTINA

El agua esculpe y da forma a cientos de ecosistemas, llenos de vida. Conoceremos ahora algunos sitios de Argentina, repletos de biodiversidad. Al noreste de la provincia de Córdoba se encuentra la laguna Mar Chiquita o Mar de Ansenuza, un sitio Ramsar. Es el lago salado más grande de Sudamérica y constituye el hogar de más de 350 especies de aves, entre ellas el flamenco, emblema de la región. 

En Argentina también encontramos bañados y esteros, ambos ecosistemas definidos por el agua. Los ciclos naturales de sequía e inundación rigen la vida de todos sus habitantes. Albergan una increíble variedad de especies de aves y de peces. También habitan reptiles como el yacaré, mamíferos como el coipo, el lobito de río, el ciervo de los pantanos, el humano y el carpincho o capibara. Este último es el roedor más grande del mundo y sólo se encuentra en América del Sur. El carpincho puede medir hasta 1,30 metros y pesar hasta 60 kilos. 

La costa marina Argentina es hogar de cientos de crustáceos, moluscos, algas, peces, aves y mamíferos, entre muchos otros seres vivos. Allí habita la especie de foca más grande del mundo: el elefante marino. Los machos pueden llegar a pesar hasta 4000 kilos y ser 4 veces más grandes que las hembras. Tienen una nariz en forma de trompa que le da el nombre a la especie. Entre las aves más características de esta región se encuentran los pingüinos, ostreros y gaviotas. Surcando la superficie marina, también podemos encontrar a la majestuosa ballena franca austral, declarada como monumento natural nacional. 

Las ballenas son mamíferos. Esto quiere decir que amamantan a sus crías, tienen algunos pelos y pulmones. Por eso, deben salir a la superficie para respirar. Recorren miles de kilómetros desde sus áreas de alimentación, donde consumen principalmente krill.

A diferencia de otros mamíferos marinos, las ballenas francas no tienen dientes, sino «barbas»: placas de queratina con cerdas en los bordes, que utilizan para filtrar el alimento. Engullen grandes cantidades de agua marina con krill y, luego, con la ayuda de la lengua, expulsan el agua mientras las barbas retienen el alimento. Además, poseen manchas en la cabeza, que son engrosamientos de la piel llamados callosidades, únicas en cada individuo, lo que permite su identificación. Los científicos usan esos patrones para identificar y reconocer a los individuos. Esto les permite investigar y conocer mejor sus hábitos, sus vínculos, sus recorridos, como también proteger la especie y al resto de organismos con quienes cohabitan su enorme hogar que es el océano.

PARADA 13: MAR PRIMITIVO

El agua define nuestros ecosistemas y rige la vida de todos los habitantes del planeta. Así ha sido desde los orígenes de la vida en la Tierra.

La teoría científica más aceptada sostiene que la vida surgió en los océanos hace aproximadamente 3850 millones de años. Los invitamos a asomarse y observar esta representación del mar primitivo.

Hace unos 570 millones de años aparecieron en el mar los primeros artrópodos, invertebrados de cuerpo duro y articulado. Unos 28 millones de años más tarde, la vida floreció y se diversificó notablemente en los mares. A este evento se lo conoce como la Explosión del Cámbrico. El artrópodo que vemos en el fondo, sobre el lecho marino, es un trilobite. Tras millones de años de evolución, algunos de los artrópodos actuales, como las arañas, mantienen un parentesco con el trilobite. 

Junto con los primeros artrópodos aparecieron los invertebrados de cuerpo blando: los moluscos. Uno de los primeros moluscos conocidos por el registro fósil es el ammonite, como el que vemos colgado. Algunos de los moluscos que existen en la actualidad son los caracoles de tierra, los caracoles de mar, los pulpos y el nautilus, un animal muy parecido al ammonite.

Los últimos animales que vemos en este mar primitivo son los placodermos. peces que habitaron los mares hace aproximadamente 500 millones de años. Placodermo significa “piel de placas”, y su nombre se debe a la presencia de placas óseas en el exterior de su cuerpo. A diferencia de los otros animales de este mar primitivo, los placodermos eran animales vertebrados.

 

Los invitamos a subir las escaleras y continuar nuestro recorrido por el elemento aire.

PARADA 14: ORNITÓPTERO Y SPUTNIK

Nos encontramos nuevamente en la superficie, en el Nivel Aire. Parece que estamos flotando y desde aquí podemos ver, bajo nuestros pies, los otros niveles que ya hemos recorrido. 

Una de las primeras impresiones al mirar el cielo es que de día es azul, de madrugada o al atardecer es anaranjado, y de noche es negro y está poblado de estrellas. Claro está, siempre que no esté nublado.

Estas variaciones del color del cielo se deben a la presencia de la atmósfera terrestre, una capa de aire de aproximadamente 20 km de espesor que la rodea y la protege. Gracias a la atmósfera podemos respirar, las aves pueden volar, y también es posible que los globos aerostáticos queden suspendidos en el aire. Las alas de los aviones, por ejemplo, tienen una forma que permite la sustentación, es decir una fuerza que empuja hacia arriba. Para eso las alas deben ser planas por abajo y convexas por arriba, para que así el aire circule más rápido arriba y más lento abajo, generando una diferencia de presión que permite la sustentación o empuje hacia arriba.

Uno de los primeros en imaginar y diseñar una máquina que pudiera volar fue el célebre Leonardo Da Vinci, durante el siglo XV en Italia. Aquí podemos observar una réplica del “Ornitóptero”, la famosa máquina de volar diseñada por Leonardo da Vinci. Esta máquina en realidad nunca fue usada, y aparentemente ni siquiera construida, pero sí fueron diseñados los planos. Las alas de tela son articuladas, y se podrían mover con un movimiento alternativo de manos y pies. Da Vinci se inspiró en la forma en que las aves mueven sus alas para este diseño, luego de pasar años observando su vuelo y tomando nota de sus características. 

A altitudes superiores a los 200 km se encuentran órbitas lo suficientemente estables para albergar satélites. Aquí arriba se muestra una réplica a escala del primer satélite artificial: el Sputnik I.  Este satélite fue puesto en órbita por la ex Unión Soviética en octubre de 1957. Con un peso cercano a los 80 kg, el Sputnik I orbitó nuestro planeta durante aproximadamente tres meses antes de reingresar a la atmósfera y desintegrarse por la fricción. Durante su tiempo en órbita, sus instrumentos recopilaron datos sobre la ionosfera. Más allá de su función científica, el lanzamiento del Sputnik I constituyó un momento trascendental, inaugurando la carrera espacial entre la Unión Soviética y los Estados Unidos.

PARADA 15: PÉNDULO DE FOUCAULT

Aunque la rotación de la Tierra explica la sucesión de los días y las noches, percibir este movimiento no es directamente sencillo.

El péndulo de Foucault, ideado por el físico y astrónomo francés del siglo XIX León Foucault, ofrece una demostración directa y rápida de esta rotación. Foucault presentó por primera vez su péndulo en el Panteón de París, mostrando físicamente el giro terrestre. Actualmente, este instrumento se encuentra en exhibición en el Museo de Artes y Oficios de París.

Observamos un largo péndulo suspendido libremente del techo, que oscila periódicamente. Si nos quedamos mirando durante varios minutos, veremos que el péndulo derriba secuencialmente los palitos de colores que están alrededor. Esto ocurre cada 7 minutos aproximadamente.

Esta caída progresiva de los palitos nos da la impresión de que el plano en que oscila el péndulo está girando respecto de nosotros. Sin embargo, por el principio de conservación del momento angular, sabemos que en realidad el plano de oscilación del péndulo se mantiene fijo en el espacio. Lo que sucede es que, mientras el péndulo oscila, la Tierra está girando y con ella giramos nosotros, los palitos, este edificio, y todo lo que está sobre ella.  También nosotros estamos rotando y es nuestra perspectiva la que nos hace interpretar que el plano del péndulo está girando.

Si construimos el mismo experimento en distintos puntos del planeta, veremos que el tiempo que tarda el plano de oscilación en completar una vuelta no siempre es el mismo.

En los polos, el plano del péndulo completa una rotación en 24 horas. Pero a medida que nos acercamos al Ecuador, ese tiempo aumenta. En el Ecuador mismo, el plano del péndulo no gira en absoluto: simplemente oscila en la misma dirección, y el experimento no funciona como demostración de la rotación terrestre.

Este comportamiento, dependiente de la latitud, es una prueba más de que la Tierra no es plana, sino que tiene una forma aproximadamente esférica.

PARADA 16: EL PÉNDULO MÚLTIPLE

El péndulo múltiple nos permite observar cómo se relacionan el largo de las cuerdas con el período de oscilación. Cada una de estas esferas está suspendida de un punto fijo. Como todas tienen el mismo tamaño, la fricción es prácticamente igual en cada una.

Al activarlo, las bolas comienzan a oscilar generando un patrón ondulante muy particular. Con el paso del tiempo, este movimiento evoluciona hasta formar una figura que recuerda a una doble hélice, como la de una molécula de ADN. Aproximadamente a los tres minutos, el sistema vuelve a su configuración inicial: las bolas negras alineadas hacia un lado, y las rojas hacia el lado opuesto.

Este comportamiento se debe a que cada péndulo tiene una longitud diferente, por lo que su período —el tiempo que tarda en completar un vaivén— también es distinto. Cuanto más corta es la cuerda, más rápido oscila el péndulo.

Este tipo de montaje fue ideado por el físico Ernst Mach, profesor de Física Experimental en la Universidad Charles-Ferdinand de Praga (hoy Universidad Charles) hacia el año 1867.

PARADA 17: EL PLANETARIO

Antes de ingresar al Planetario Julio Verne los invitamos a detenerse unos minutos a observar en detalle esta representación a escala de la Luna. Esta construcción reproduce con bastante fidelidad muchos de los rasgos de la superficie de nuestro satélite. 

En el disco lunar, podemos ver a simple vista algunos rasgos popularmente conocidos como manchas oscuras o “mares” y otras zonas más claras. Con la ayuda de telescopios podremos distinguir algunos cráteres y elevaciones. Pero, ¿notaron que siempre vemos los mismos rasgos en la superficie lunar? Día tras día, mes a mes, año a año, la Luna siempre parece mostrarnos el mismo aspecto. ¿Por qué? ¿Acaso no podemos ver desde la Tierra todos los rasgos de la superficie lunar?

Lo cierto es que no. De hecho siempre vemos la misma cara de la Luna. Pero, ¿cómo? Entonces, ¿la Luna no rota? Sí lo hace, pero su período de rotación  es igual al período de traslación alrededor de la Tierra. Es decir, el tiempo que tarda en dar una vuelta sobre su eje es igual al tiempo que tarda en dar una vuelta alrededor de la Tierra. Este tiempo son 28 días.

Este fenómeno explica por qué desde la Tierra hay un hemisferio visible de la Luna y otro no visible.

Si nos ubicamos de frente al ingreso al Planetario, la cara visible de la Luna está representada del lado derecho, mientras que lo que popularmente conocemos como la cara oculta de la Luna, está representada del lado izquierdo. Esta zona fue registrada por primera vez en octubre de 1959 por la sonda soviética Luna 3, que logró orbitar nuestro satélite natural y enviar imágenes de ese hemisferio desconocido. 

Ahora sí, los invitamos a ingresar al planetario y disfrutar de la función. Por favor les solicitamos colocar los celulares en silencio y no utilizarlos mientras se encuentren dentro de la sala.