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La predicción de terremotos no es posible. Aún es un desafío de la ciencia encontrar cómo predecir con precisión un sismo.

El pasado viernes 10 de septiembre un terremoto de magnitud 6.8 sacudió a Marruecos.

Se trató del sismo más fuerte registrado en el área desde 1900.

Unas 2862  personas perdieron la vida en el sismo, que se registró a las 23:11 hora local y su epicentro se ubicó en las montañas del Alto Atlas, a unos 71 kilómetros de distancia de la ciudad de Marrakech.

Según el servicio geológico estadounidense, la profundidad del hipocentro fue de 18,5 kilómetros.

La cordillera del Alto Atlas es un sistema montañoso que recorre, a lo largo de 2400 kilómetros, el noroeste de África.

El cordón montañoso separa las costas del mar Mediterráneo y del océano Atlántico del desierto del Sahara y recorre Túnez, Argelia y Marruecos.

 

La cordillera del Atlas, macizo del Atlas o simplemente Atlas es un sistema montañoso que recorre, a lo largo de 2400 km, el noroeste de África. La cordillera recorre Túnez, Argelia y Marruecos, siendo su pico más alto el Toubkal, con 4167 m, al sudoeste de Marruecos.

La cordillera del Atlas, macizo del Atlas o simplemente Atlas es un sistema montañoso que recorre, a lo largo de 2400 km, el noroeste de África. La cordillera recorre Túnez, Argelia y Marruecos, siendo su pico más alto el Toubkal, con 4167 m, al sudoeste de Marruecos. Crédito: Atlas Range Wikipedia (CC0).

¿Qué son?, ¿cómo se producen los terremotos?

La superficie que habitamos es sólo una pequeña parte de la compleja y dinámica estructura de nuestro planeta.

En su interior, enormes fuerzas geológicas están en constante movimiento.

Desde mediados del siglo XX se consolidó la teoría de que la corteza de nuestro planeta (la capa más superficial) está formada por placas tectónicas.

Las placas tectónicas son como piezas de un rompecabezas que se juntan por sus límites, dando lugar a los llamados límites de placas.

Todas las placas interactúan entre sí, provocando, entre otras cosas, los famosos sismos o terremotos, muy común en ciertos sectores de nuestro planeta.

Un sismo se produce cuando en la superficie terrestre ocurre una vibración a causa de la liberación rápida de energía acumulada en rocas sometidas a grandes esfuerzos, generalmente localizadas en los límites de las placas. Una vez superada la resistencia de la roca, ésta se rompe súbitamente, provocando las vibraciones de un terremoto. Lo más frecuente es que los terremotos se generen por el deslizamiento de la corteza terrestre a lo largo de una zona de debilidad o falla.

Esquema del origen de un sismo. Crédito: Ciencias de la Tierra-Edward J.Tarbuck Frederick K. Lutgens.

Esquema del origen de un sismo. Crédito: Ciencias de la Tierra-Edward J.Tarbuck Frederick K. Lutgens.

 

Cómo se irradia la energía de los sismos

Desde su origen, foco o hipocentro, la energía liberada se irradia en todas las direcciones en forma de ondas. Estas ondas son similares a las producidas en un estanque calmo cuando alguien lanza una piedra. Exactamente igual a cómo el impacto de la piedra induce el movimiento de ondas en el agua, un terremoto genera ondas sísmicas, que no son otra cosa que ondas de presión dentro del material de rocas sólidas, que se irradian a través de la superficie de la Tierra. 

Algunas de estas ondas viajan por la superficie y se llaman ondas superficiales, y otras, por el interior del planeta, denominadas ondas de cuerpo. Existen dos tipos de ondas de cuerpo: las ondas primarias u ondas P y ondas secundarias o S. Las ondas P comprimen y expanden las rocas en la dirección de propagación de la onda, mientras que las ondas S sacuden perpendicularmente las partículas respecto a  la dirección en la que viaja la onda.

Esquema demostrativo del movimiento de los materiales al pasar las ondas de cuerpo. Crédito: Ciencias de la Tierra-Edward J.Tarbuck Frederick K. Lutgens.

Esquema demostrativo del movimiento de los materiales al pasar las ondas de cuerpo. Crédito: Ciencias de la Tierra-Edward J.Tarbuck Frederick K. Lutgens.

¿Cómo se miden los terremotos? 

Existen dos tipos de escalas.

La escala Richter es una medida cuantitativa de la magnitud de un terremoto.

Registra la cantidad de energía liberada en un punto dado, mediante una escala logarítmica.

Esto significa que el aumento en una unidad de magnitud representa un crecimiento de 30 veces de la energía liberada del terremoto.

Por otro lado, la escala de Mercalli es una medida cualitativa.

Basada en los efectos del terremoto en la superficie y en las estructuras construidas por el hombre.

Esta escala se divide en doce niveles, desde I (apenas perceptible) hasta XII (terremoto catastrófico).

 

 Comparación entre escalas de Richter (derecha) y Mercalli (izquierda) Crédito: Cuadros-comparativos.com

Comparación entre escalas de Richter (derecha) y Mercalli (izquierda) Crédito: Cuadros-comparativos.com

¿Se puede predecir un terremoto?

Lamentablemente, los sismos no pueden predecirse.

Desde el descubrimiento de la tectónica de placas a fines del siglo pasado se supo cómo se originan los sismos.

Pero hasta el día de hoy no se ha podido prever cuándo podría suceder uno.

La única forma poco eficaz de estimar cuándo puede ocurrir un evento es utilizando el análisis estadístico.

Se sabe que un sismo de gran magnitud, es decir, de 6,0 Mw o mayor (Mw = magnitud de momento sísmico que es la cantidad de energía liberada por el terremoto) ocurren aproximadamente cada cientos de años.

Sin embargo, no deja de ser una predicción estadística, por lo que no es algo certero ni sobre lo que se pueda hacer previsiones.

Los terremotos son fenómenos naturales complejos que continúan siendo objeto de estudio e investigación. Comprender estos procesos es esencial no sólo para la ciencia, sino también para la prevención y mitigación de los riesgos sísmicos en nuestras comunidades. A medida que avanzamos en el conocimiento de los terremotos, estamos mejor preparados para afrontar los desafíos que estos eventos presentan y para proteger la vida y los bienes de aquellos que viven en áreas propensas a la actividad sísmica.

 

Fuente
Tarbuck, E. & Lutgens, F. K. (2005). Ciencias de la Tierra. Una introducción a la geología física.

 

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