¿Qué factores intervienen y seguirán interviniendo en el cambio climático?
De manera cotidiana suelen emplearse los conceptos “efecto invernadero”, “calentamiento global” y “cambio climático” como si significaran lo mismo; pero esto no es así. El efecto invernadero es un fenómeno natural presente en incontables planetas; el calentamiento global es la consecuencia de la actividad humana del último siglo, y el cambio climático es la amenaza principal que enfrenta nuestra especie como tantas otras en el futuro cercano. En este artículo se profundizará en el concepto de cambio climático.
El clima y el tiempo atmosférico
Para entender qué es el cambio climático, primero es importante comprender qué es el clima. Cuando se habla de que un día hace frío, o está soleado, llueve o sopla mucho viento se habla de las variaciones diarias en un espacio determinado del planeta. Es decir, del tiempo atmosférico de ese lugar. El tiempo atmosférico es volátil, y puede tener sorpresivos cambios en cuestión de días o incluso en horas. Por eso la gente suele estar atenta a los pronósticos del tiempo para prepararse antes de salir de la casa.
El clima es la consideración a largo plazo y sobre grandes territorios de la combinación de factores como la temperatura, la humedad, las precipitaciones, la presión atmosférica, la velocidad del viento y la nubosidad promedio anual. Por ejemplo, la Patagonia tiene un clima frío y seco y la Amazonia tiene un clima cálido y húmedo.
El estudio en profundidad del clima considera los factores antes mencionados más la suma de la amplitud de la variación de esos factores por temporadas. Con esa información se identifican patrones a gran escala como los fenómenos llamados El Niño y La Niña de Sudamérica, los huracanes del Caribe y del Norte de América, o los monzones del Sudeste Asiático.
¿De qué depende el clima de una región?
El factor más importante que afecta al clima es con cuánta energía cuenta la región. Energía que llega principalmente del Sol y que medimos como la temperatura. Por ese motivo, las regiones ecuatoriales (que reciben la mayoría de la luz del Sol) tienen siempre climas cálidos, mientras que las regiones polares (que reciben mucha menos luz solar y reflejan gran parte de ella hacia el espacio) tienen climas fríos. Esa es también la razón por la que ocurren las estaciones: en el verano hay más horas de Sol, llega más energía y hay mayores temperaturas; en el invierno sucede lo contrario.
Pero también hay que considerar cómo se distribuye esa energía en el planeta mediante corrientes aéreas y oceánicas que llevan aire y agua cálidos desde el Ecuador hacia los polos, y viceversa. Estas corrientes contribuyen a que regiones templadas sean más cálidas o más frías de lo que serían si no existiesen. Por ejemplo, la corriente del Golfo de México lleva agua cálida del Caribe hacia Europa, causando que la temperatura del agua en el norte de Noruega durante el invierno sea hasta 20 °C más alta que el promedio para esa latitud¹, evitando que se congele, y aumentando la temperatura del suelo de la costa oeste de Europa unos 4 °C. Por otro lado, la corriente de Perú (o de Humboldt) lleva agua fría de la Antártida a la costa de Chile, Perú y Ecuador, disminuyendo la temperatura del agua tropical hasta 10 °C². Aquel enfriamiento de la costa también causa que esas zonas costeras resulten secas y áridas, y es el culpable de que el desierto de Atacama sea el lugar más árido del planeta.
El tercer factor importante que caracteriza al clima de una región es el agua: la humedad promedio del aire, cuánta lluvia recibe y si está cerca de un gran cuerpo de agua como el mar o un gran lago. La humedad es una medida de cuánto vapor de agua hay en el aire, depende de la disponibilidad de agua y de la temperatura, y es importante ya que la evaporación de agua consigue enfriar las superficies. Las lluvias son, por supuesto, cruciales para todas las formas de vida y además contribuyen a disminuir la temperatura y aumentar la humedad. La cercanía a un gran cuerpo de agua aporta un efecto estabilizador de la temperatura, ya que la temperatura del agua en una región varía poco a lo largo del año debido a su mayor capacidad calorífica. Esto causa que las regiones cercanas tengan veranos más frescos e inviernos más cálidos comparados con regiones similares alejadas de masas de agua que suelen tener temperaturas más extremas.
http://Mapa de la distribución de climas en el planeta. (meteorologiaenred.com)
Así podemos identificar ampliamente distintos climas:
- Tropicales:
- Húmedo: bosques lluviosos como el Amazonas, con temperaturas estables todo el año entre 20 y 30 °C y abundantes lluvias.
- Monzónico: típico del sur asiático, con seis meses de verano húmedo con viento soplando del mar a la costa y seis meses de inviernos secos con vientos desde la tierra hacia el mar.
- Sabana: con tres temporadas, una fría y seca, una calurosa y seca y una calurosa y húmeda. Es susceptible a sequías e inundaciones. Abundan los pastizales.
- Templados:
- Mediterráneo: caracterizados por sus inviernos cortos, lluviosos y moderados y sus veranos cálidos y despejados. Típico del Mar Mediterráneo, pero también de las costas oestes de continentes cercanas a los trópicos.
- Subtropical húmedo: se encuentra en la costa este de continentes cercana a los trópicos. Tiene veranos cálidos y húmedos, con inviernos fríos. Es el clima típico de las zonas pampeanas de Buenos Aires y Entre Ríos.
- Oceánico: Se encuentra en las zonas costeras alejadas de los trópicos, es típico de la costa de Estados Unidos y Australia. Con inviernos fríos y húmedos, y veranos frescos.
- Continental:
- Al estar alejado del mar tiene mucha amplitud térmica, con inviernos helados con presencia de nieve, los veranos pueden ser calurosos o fríos dependiendo de la latitud. Los fenómenos meteorológicos más intensos (tornados, tormentas eléctricas, etc) suceden principalmente en estos climas. Aquí se encuentran la mayoría de los bosques del mundo.
- Polar:
- Tundra: se encuentran dentro de los círculos polares o en zonas de mucha altura donde las condiciones resultan en nieve y hielo durante una parte importante del año, pero durante al menos un mes se derrite por completo. Aún así es un clima lleno de vida con abundantes plantas y animales tanto permanentes como estacionales, e incluso antiguas poblaciones humanas .
- Gélido: el clima de los casquetes polares, con hielo permanente, sin temperaturas sobre 0° C y con escasas lluvias. Pocos animales pueden vivir en este clima
- Seco:
- Semiárido: recibe entre 30 y 50 centímetros de lluvia al año, suficientes para sostener pastizales y arbustos. Las zonas de estepas como en la Patagonia o en el Outback australiano (interior remoto y semiárido) tienen este clima.
- Árido: reciben menos de 30 centímetros de lluvias al año y grandes variaciones de temperatura entre el día y la noche. Muy pocas plantas y animales pueden vivir en estos climas típicos de los desiertos del mundo.
Estos climas son estables en el tiempo, se han mantenido así al menos durante los últimos 11 500 años, aunque en las grandes escalas de tiempo del planeta pueden cambiar debido a diversos factores como variabilidad en la intensidad del Sol, cambios en la orientación del eje de rotación terrestre o cambios en la atmósfera de la Tierra.
http://Distribución de los climas en Argentina. (wikipedia.org).
El Cambio
En los últimos años hemos notado un rápido y marcado aumento de la temperatura promedio del planeta que, como ya explicamos en artículos anteriores, se debe a la quema de combustibles fósiles que permitió la industrialización.
El calentamiento global representa un incremento en la energía con la que cuentan todos los sistemas climáticos del mundo, lo que causa grandes cambios en un planeta anteriormente estable. Estos cambios no se reducen sólo a temperaturas más altas, incluyen también mayor amplitud térmica, alteraciones en las corrientes aéreas y oceánicas, distintos patrones de lluvia, aumentos del nivel del mar, acidificación de los océanos y hasta corrimientos en los límites de climas.
Temperaturas y viento
La temperatura global promedio ya aumentó 1,1 °C con respecto al tiempo anterior a la industrialización. Pero esto no significa que todas las temperaturas de cada día sean 1,1°C más altas de lo que fueron hace 200 años. El cambio climático hace que los días más calurosos sean más frecuentes y más extremos, pero también causa que algunos de los días más fríos sean más extremos, y sobre todo que los cambios entre un extremo y otro sean más rápidos que en el pasado, dando una amplitud térmica mayor. Esto sucede porque al haber más energía en la atmósfera, la circulación de vientos aumenta su intensidad y variabilidad. Esto es principalmente notorio en las zonas de climas templados y continentales.
Viento y temperaturas
Y la relación entre temperatura y vientos va en ambos sentidos: El cambio en las corrientes aéreas a su vez se ve afectado por los cambios de temperatura superficial. El aire frío es más denso y genera zonas de alta presión atmosférica, mientras que lo opuesto es cierto para el aire más caliente. El viento sopla de las zonas de mayor presión a las de menor presión, por lo que suele ir de las zonas más frías a las más cálidas y con una velocidad que depende de la diferencia de presiones y, por lo tanto, de temperaturas. Cómo el cambio climático causa temperaturas en ambos extremos, el resultado es vientos más intensos e imprevisibles.
Corrientes oceánicas
Lo mismo puede pasar con las corrientes oceánicas superficiales; éstas son más estables que las de viento, pero responden de la misma forma a la temperatura por lo que hay preocupaciones de que cambien permanentemente afectando todo el ecosistema marino y el clima de zonas costeras que dependen de ellas como Noruega o Chile.
Lluvias
El cambio climático también afecta los patrones de lluvias. La cantidad de agua que el aire puede contener en forma de vapor depende de la temperatura. En días calurosos la humedad se nota más que en días fríos porque hay más cantidad de vapor en el aire. Con el aumento de la temperatura global el aire está conteniendo mayores cantidades de agua antes de que se condensen en nubes y lluevan. Esto significa que las lluvias serán en promedio más intensas que en el pasado, pero también puede cambiar las ubicaciones en las que la lluvia sucede, alterando sistemas ecológicos y humanos por completo.
Altura del mar
El nivel del mar que se usa como referencia para la altura geográfica es una complicada medición del promedio de posiciones que toma el agua del mar, en función de las mareas, a lo largo del año. Entre la mínima y máxima altura el mar puede tener una diferencia de hasta 11 metros. Pero ese nivel del mar está cambiando a nivel global.
Si bien el hielo que se derrite de glaciares continentales y la Antártida contribuye a aumentar el nivel del mar, el factor principal que impulsa este cambio es el calentamiento del agua que conduce a una dilatación térmica. Una misma masa de agua caliente ocupa más espacio que la misma masa de agua fría. Si bien una diferencia de 1,1 °C no parece mucha, en la enorme cantidad de agua de los océanos resulta en un aumento del nivel del mar promedio de 20 centímetros. Pero, nuevamente, esto representa cambios más grandes en los valores máximos que alcanza la marea alta. El 30 % de la población humana vive en zonas costeras que podrían sufrir inundaciones por el aumento en la altura del océano.
Acidificación de las aguas
Esto no se refiere a desechos industriales tóxicos, que también son un problema, sino al mismo dióxido de carbono que causa el calentamiento global. Parte de ese CO2 del aire puede disolverse al entrar en contacto con el agua y volverse ácido carbónico, lo mismo que se usa en las gaseosas para conseguir el efecto burbujeante.
La disolución puede suceder en agua de lluvia, volviéndola lluvia ácida, típica de las ciudades con mucha contaminación del aire; en aguas de ríos y lagos; pero la mayor cantidad sucede en los océanos, simplemente porque representan una cantidad de agua mucho mayor que cualquier otra. Por esto se suele hablar principalmente de la acidificación del océano.
El ácido carbónico no resulta dañino para los humanos, nuestros cuerpos pueden lidiar fácilmente con él. Pero causa la muerte de muchos otros seres vivos, especialmente los más pequeños que representan la base de las cadenas alimenticias. Unos de los animales más famosos que están sufriendo a causa de este problema son los corales, junto con otros animales marinos a quienes la acidificación les dificulta formar caparazones, como langostas, camarones, caracoles y ostras³.
Efecto en los climas
Todos estos cambios en la atmósfera y en el océano afectan de formas variadas a los climas del planeta. Tal vez el más conocido de estos cambios es la reducción en el área de clima gélido de los polos, limitando el territorio de los osos polares. Lugares donde antiguamente se encontraba un clima gélido, hoy experimentan un clima de tundra5y esto se ve reflejado en la flora y fauna de la zona, con arbustos y animales llegando más al norte que nunca4. Algo aún más alarmante se observa en el extremo opuesto de la zona de tundra, donde los bosques de coníferas típicos del clima continental están creciendo en zonas que anteriormente correspondía a la tundra5. Es claro que las fronteras que anteriormente mantenían estos climas se están desdibujando y distintas especies animales y vegetales están llegando a lugares nuevos. Esto por sí solo no parece malo, pero recordemos que lo que vemos son las especies que lograron adaptarse a este cambio repentino. Hay muchas otras especies que se extinguieron o se extinguirán en los próximos años.
Otro efecto importante de este cambio climático sucede en los climas que tienen fenómenos violentos tales como huracanes, tornados, tormentas eléctricas, sequías e inundaciones. Allí el incremento de energía disponible causa que todos estos extremos sucedan con mayor frecuencia e intensidad. Esto pone en peligro a grandes cantidades de personas y animales en situaciones de por sí vulnerables como en el caribe o el sudeste asiático.
Conclusión
El cambio climático que resulta del calentamiento global causado por el aumento en el efecto invernadero del planeta es, sin dudas, el desafío más grande que enfrenta la humanidad. Es una amenaza para las formas de vida de todo el planeta. Ya estamos sintiendo algunos de sus efectos y sabemos que de no tomar medidas urgentes la situación sólo puede empeorar. La vida en la Tierra no desaparecerá, algunos organismos lograrán adaptarse y seguir adelante como ha sucedido en todas las catástrofes anteriores; esperemos que los humanos también lo logremos.