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Hallan un terópodo fósil de dos garras

Hace ochenta millones de años, en las últimas etapas del Cretácico, tener una garra menos podría haber sido una ventaja evolutiva.

Así lo demuestra un nuevo hallazgo paleontológico realizado en el desierto de Gobi, en Mongolia. Un equipo de científicos descubrieron los restos de una nueva especie de terópodo terizinosáurido que tenía dos dedos con garras en sus manos y al que llamaron Duonychus tsogtbaatari.

Los terizinosáuridos son un grupo de dinosaurios terópodos de gran tamaño, que caminaban sobre sus patas traseras y se alimentaban de vegetales y animales pequeños. Generalmente tenían manos con tres dedos que portaban largas y filosas garras que usaban para manipular ramas, romper troncos y cazar presas. 

Duonychus es el único dinosaurio de este grupo que tenía dos dedos en sus manos. Además junto con los restos óseos se preservó la cubierta queratinosa de una de las garras, es decir, la uña. 

Esto le permitió a los paleontólogos inferir que este dinosaurio presentaba una fuerte curvatura de la garra y una gran flexión del dedo entero, lo que le habría permitido alimentarse de troncos de hasta 10 centímetros de diámetro.

Una medida menor que la del diámetro de ramas que podían comer otros terizinosáuridos, lo que sugiriere un comportamiento más selectivo en la búsqueda de alimento. 

Referencias

Kobayashi, Y., Zelenitsky, A., Fiorillo, R. y Chinzorig, T. (2025). Didactyl therizinosaur with a preserved keratinous claw from the Late Cretaceous of Mongolia. iScience, 28 (4), DOI: 10.1016/j.isci.2025.112141