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¿Te invade la preocupación porque ves noticias de problemas que afectan a nuestro planeta y no sabés que hacer? Desde el ahorro de agua y de energía, hasta saber qué hacer con tus residuos, hay mucho que podés hacer para ayudar a comenzar a revertir las diferentes problemáticas ambientales que aquejan a nuestro planeta y a prevenir el surgimiento de nuevas. Estas problemáticas surgen por el estilo de vida que venimos teniendo como sociedad, en el cual consumimos desmedidamente y generamos enormes cantidades de desechos, sin tener en cuenta el impacto que el agotamiento de los recursos está teniendo en el planeta y sus ecosistemas.

Por esto, y porque sabemos que te interesa hacer algo al respecto, a continuación, te dejamos una serie de acciones divididas por categorías, que podés llevar a cabo cotidianamente y que permitirán que impactes positivamente en tu hogar, tu entorno y el planeta, para convertirte en un verdadero “Comprometido Ambiental”.

Agua

Somos agua, y por eso vivimos. El agua que necesitamos para vivir no es sólo aquella que bebemos o ingerimos con los alimentos. Es también la que usamos para la higiene corporal y de los hogares. Pero la mayor cantidad de agua que usamos y necesitamos no la vemos; es el agua necesaria para producir los alimentos que consumimos, y los bienes que adquirimos. Cada producto necesita agua para su producción; los vegetales que llegan a nuestra mesa fueron regados durante meses para ser producidos; los animales que consumimos debieron beber agua e ingerir vegetales durante meses o años.
El agua circula constantemente entre distintos lugares y distintos estados. El agua no se destruye, sino que fluye incesante en un proceso conocido como el ciclo del agua.
Gracias al ciclo del agua, tenemos las lluvias estacionales, los ríos renacen en vertientes, y los seres vivos tenemos el agua necesaria para existir. Sin embargo, el ciclo del agua no es imperturbable. Por el contrario, nuestras acciones y nuestras decisiones pueden alterar el ciclo. Y las alteraciones pueden implicar cambios en las lluvias, cambios en los cursos de agua, cambios en nuestra calidad de vida.
No hace falta desviar un río, drenar una laguna o arrasar con un bosque para alterar el ciclo del agua. El uso excesivo de agua en las redes urbanas puede tener un efecto directo sobre la disponibilidad de agua y termina afectando a quienes dependen de esa misma red. Incluso mayor es el efecto que tienen nuestras acciones de consumo sobre el ciclo del agua. Ciertos productos requieren muchísima agua para producirse y otros productos contaminan o reducen la calidad del agua.
En la actualidad, es sabido que nos encontramos en peligro hidrológico: los sistemas de agua dulce del planeta están bajo amenaza. Para mitigar estas amenazas, debemos actuar ahora. Debemos tomar nuevas decisiones como sociedad, pero también como individuos.

Aquí te proponemos algunas acciones individuales necesarias para cuidar el agua:

  • No compres productos innecesarios y no desperdicies comida. Su producción requiere de gran cantidad de agua.
  • Moderá el consumo de productos de origen animal; al consumir carne no sólo consumís un alimento que requiere 8 a 80 veces más agua en ser producido que un producto vegetal, sino que se consume un alimento que requiere tierras para pastar; tierras que suelen ser bosques transformados en praderas de pastoreo. Y requieren alimento, alimento que requiere muchísima agua.
  • Organizá o participá de campañas de reforestación con plantas nativas. Los bosques cumplen un rol fundamental para mantener el equilibrio del ciclo hidrológico; evitan inundaciones en las partes bajas de las cuencas, regulan el microclima local y tienen un efecto depurador.
  • Evitá dejar el agua correr innecesariamente al lavar los platos, lavar la ropa a mano o al cepillarse los dientes.
  • Cerrá la canilla cuando no necesites del agua.
  • Cerrá las llaves de paso de agua si te vas a ausentar de tu hogar varios días.
  • Evitá tirar aceites, pinturas, disolventes, productos de limpieza o restos de comida en el desagüe. Dificultan los procesos de purificación del agua en las plantas de tratamiento.
    Date duchas cortas de no más de 10 minutos.
  • Repará rápidamente la grifería que pierde agua y gotea; aunque sea imperceptible, una gotera puede implicar una pérdida de más de 10 mil litros al año.
  • Descargá el depósito del inodoro sólo lo necesario. Evitá arrojar papel y otros residuos al inodoro; además de bloquear las cañerías, se requiere mucha agua para su evacuación.
  • Al utilizar lavarropas, juntá ropa para usar la carga hasta el máximo y usá modos de ahorro de agua y energía.
  • Al ducharte, el agua fría que se derrocha hasta esperar a que salga el agua caliente puede ser reutilizada para regar las plantas. Colocá un balde para recuperar esa agua y utilizarla más tarde.
  • Poné dentro del depósito del inodoro una botella plástica grande (de litro y medio) llena de agua, arena o piedras, para que ocupe espacio. Así mantiene la presión de descarga y ahorrará un litro y medio de agua con cada descarga completa. Al hacer esta innovación, tené cuidado de no estorbar el mecanismo.
  • Usá aireadores para los grifos. Son sistemas de agua que incorporan aire a la corriente de agua y reducen a la mitad la cantidad de agua utilizada, sin reducir la eficiencia de lavado. Pueden incorporarse en cualquier salida de agua, incluyendo la ducha.
  • Si planeás construir una pileta de exterior, existen opciones que te permitirán evitar el uso de químicos y agua en exceso para su mantenimiento. Son llamadas biopiscinas, e incorporan plantas y peces para depurar el agua y eliminar larvas de mosquitos. Además, lucen muy bonitas como espacio natural.
  • Si tenés plantas en el exterior, regalas luego del atardecer. Esto evita la evaporación innecesaria de agua por el calor del sol.
  • Informate e informá a quienes te rodean. Hacé valer tu voto en la elección de autoridades sobre aquellas personas que se interesen en el cuidado del agua.

Información relevante:

Una canilla que gotea puede perder más de 10.000 litros de agua por año
Un kilo de tomate necesita 214 litros de agua para producirse
Un kilo de vaca necesita 15.415 litros de agua para producirse
Producir un kilo de algodón requiere de casi 10.000 litros de agua

Residuos

Los seres humanos hemos aprendido a moldear los elementos naturales a nuestro favor. Para facilitar nuestra existencia y mejorar nuestra calidad de vida, no sólo hemos aprendido a modificar el ambiente que nos rodea; hemos inventado nuevos materiales que hace solo algunos años atrás, no existían.
Muchos de estos materiales han posibilitado que prosperemos como especie y como individuos. Sin embargo, la innovación ha sido tan rápida que otros seres vivos no han tenido tiempo de adaptarse a estos nuevos materiales y, al entrar en contacto con ellos, son perjudicados.
Muchos componentes químicos, son contaminantes y al entrar a nuevos ecosistemas, aniquilan comunidades de seres vivos. Muchos artículos plásticos son confundidos por alimento por algunos animales, y su ingestión provoca inanición e intoxicación. Otros elementos producen daños físicos sobre animales. La acumulación de basura en ecosistemas naturales provoca alteraciones sobre los seres que allí habitan, reducen la belleza paisajística, y pueden tener efectos negativos que aún ni siquiera conocemos.
Una buena gestión de los residuos es clave para mitigar estas amenazas. Pero el mundo es finito, y no alcanza sólo con una buena gestión. Es necesario reducir la cantidad de residuos que van a su disposición final en vertederos o basureros.
Para evitar los riesgos que produce la generación de residuos, debemos actuar ahora. Debemos tomar nuevas decisiones como sociedad, pero también como individuos.
Aquí te proponemos algunas acciones individuales necesarias para mitigar las amenazas que generan los residuos:

  • Evitá la compra y uso de productos plásticos de un solo uso. Suelen terminar en cursos de agua, como en los ríos y lagos de Córdoba, y frecuentemente su destino final es el océano. Esto contamina y causa la intoxicación y la muerte de animales acuáticos.
  • Realizá compost con los restos orgánicos vegetales. Un compost puede hacerse en un jardín, en un patio cementado o en un balcón de departamento. Reducirá la cantidad de basura generada, aumentará la diversidad de organismos del suelo y podrás obtener abono para las plantas.
  • Hacé las compras con bolsas reutilizables. Evitá el uso innecesario de bolsas plásticas; en la mayoría de los casos pueden ser evitadas. Diga “No, gracias” cuando te las ofrezcan en un negocio. No te dejes tentar por las atractivas bolsas para la ropa de las tiendas de moda.
  • Elegí productos con poco empaque. Si es posible, comprá a granel, suelto, y llevá tu propio envase.
  • Llevá cubiertos y vaso con vos, para evitar el uso de utensilios descartables. No ocupan mucho lugar y los podés llevar en la mochila, cartera o bolso de mano.
  • Siempre que sea posible, comprá productos de materiales reciclados.
  • Utilizá pañales de tela
  • Reducí el uso innecesario de servilletas de papel cuando compres comida para llevar y cuando te seques las manos en un baño público. Repensá el modo de uso que hacés en tu hogar del papel. Usá trapos de tela en su lugar. En lo posible, reciclá el papel usado.
  • Dejá de utilizar los estados de cuenta bancarios o los resúmenes de cuenta de las tarjetas de crédito en papel. Mejor pagá tus facturas en línea o a través del celular.
  • Doná lo que no utilizás. Las organizaciones benéficas locales darán una nueva vida a tu ropa, libros y muebles usados.
  • Armá ecoladrillos: Los plásticos blandos, como los envoltorios de comidas, no pueden ser reciclados de manera directa. Para su reutilización, usá una botella plástica y meté a presión los plásticos blandos, lavados y secados. Estos ecoladrillos pueden ser utilizados para la construcción, o para el fundido y reutilización del plástico.
  • Congelá las sobras o los productos frescos si no vas a poder consumirlos
  • Comprá la fruta en buen estado pero formas no convencionales para evitar que luego se desperdicie.

Practicá a diario la regla de las 5 R:

Reducí: el consumo innecesario de productos que no necesites.

Repará: aquellos elementos que puedan ser vueltos a la vida. Pensá que al reparar podés perder algo de tiempo, pero ahorrarás dinero, además de ahorrarle al ecosistema cientos o miles de años que tardará en procesar esos materiales.

Recuperá: elementos que dejaste de usar, en vez de comprar nuevos. No siempre hace falta tener tecnología de punta para desarrollar las actividades que se proponen.

Reutilizá: En lo posible, adquirí elementos usados y doná tus productos inutilizados. Por ejemplo, si tenés ropa que no utilices, regalala o donala. A su vez, comprá productos de segunda mano para darles una nueva vida y evitar que sean tirados.

Reciclá: Separá tu basura seca. Es una práctica que al principio puede parecer demandante, pero con pocos días vas a ver que es sencillo, se vuelve costumbre y es necesario. El reciclado de papel, plástico, vidrio y aluminio impide que los vertederos sigan creciendo, evita que los materiales lleguen a espacios naturales, y disminuye la producción de materiales y su consecuente aporte de gases de efecto invernadero.

Informate sobre centros de reciclado cercanos, u organizaciones que se ocupen de deshechos reciclables, donde puedas llevar tus residuos reciclables.

Energía

Hoy en día no nos podemos imaginar un mundo sin energía. Para la gran variedad de actividades que realizamos como sociedad, necesitamos energía para producir todo aquello que consumimos y proveer servicios a la población.
Desde el broche que utilizamos para colgar la ropa, el ventilador que usamos en verano o un escritorio que tenemos en una habitación, todos ellos han necesitado energía para producir cada uno de sus componentes. El agua potable que sale cuando abrimos la canilla tuvo que pasar por una larga serie de procedimientos con un alto consumo energético para que nosotros podamos consumirla. Desde oprimir una llave de luz, poner a cocinar algo al horno o trasladarnos en un vehículo de un lugar a otro, todo consume diferentes tipos de energías. El uso que hagamos de esos recursos en el día a día, repercutirá directamente en la demanda energética que tengamos como ciudadanos, localidad y país.
Es preciso a su vez reconocer que algunos tipos de energías utilizan material que se encuentra en cantidad limitada en la naturaleza, como los combustibles fósiles y el gas natural de los que hoy en día dependemos ampliamente. Por lo que, si seguimos consumiendo energía a los altos niveles actuales sin generar cambios en nuestra forma de vida, en un futuro ya no podremos acceder a estos recursos y por ende a la energía que necesitamos en nuestros hogares.
A continuación, te dejamos algunas acciones para que puedas disminuir tu consumo de energía diario:

  • Encendé los aparatos electrónicos, como televisores, radios o computadoras, únicamente cuando los vaya a utilizar y asegurate de apagarlos cuando ya no los necesites.
  • Desenchufá los aparatos electrónicos que no utilices, ya que las pequeñas luces que quedan prendidas en el modo apagado, también consumen energía.
  • Al momento de comprar electrodomésticos, elegí aquellos que posean la mejor eficiencia energética y con las especificaciones particulares para sus necesidades.
  • Comprobá que las aberturas de tu casa no tengan filtraciones de aire. De tenerlas, sellalas para que pueda conservarse la temperatura de los diferentes espacios sin necesidad adicional de calefacción o refrigeración.
  • Usá luces de tipo LED y los modos ecológicos en los electrodomésticos para propiciar el ahorro de energía.
  • Priorizá siempre secar la ropa al aire así evitarás usar energía eléctrica.
    Al lavar ropa en el lavarropas, completá las cargas de lavado para disminuir los ciclos de lavado.
  • Poné los aires acondicionados en modo automático con temperaturas acorde a la época del año (24 °C en verano y 19 °C en invierno) para no forzar los equipos y consumir menos energía. No es necesario estar en remera en invierno ni con buzo en verano adentro de tu casa.
  • Cuando tengas que hervir agua, tapá el recipiente y poné únicamente la cantidad de agua que necesitás. El agua hervirá más rápido, y vas a ahorrar gas.
  • Evitá precalentar el horno o poné lo que vayas a cocinar desde el momento que lo prendés. Así, aprovechás la energía desde el principio.
  • Cuando necesites desplazarte distancias largas, utilizá transporte público, compartí un coche o utilizá la bici. No solo estarás ahorrando en combustible, sino que ayudás al planeta al disminuir los gases emitidos y a tu propia salud. Para distancias cortas, no saques el auto cada vez que tengas que desplazarte en la ciudad, caminá o andá en bici. Esta cuota de ejercicio es más saludable para vos y para los demás.
  • En el caso de poseer vehículos, hacele revisiones periódicas para comprobar que el motor esté a punto ya que de esa manera emite menos gases tóxicos para el ambiente. Evitá usar el aire acondicionado y en ruta o autopista, no viajes a excesiva velocidad, porque se aumenta mucho el consumo de combustible.
  • Comprá sólo aquello que necesitás. No es necesario responder a modas momentáneas y pasajeras. De esta manera se estará ahorrando la energía necesaria para la realización de dichos productos.
  • Consumí productos locales y de temporada, ya que de esta manera disminuirás la energía utilizada para traer productos de lugares lejanos.

Comprometerse: el verdadero camino del Compromiso Ambiental

Si bien arriba te dejamos una serie de acciones que podés realizar en tu vida cotidiana en tu hogar, es muy importante ir más allá para llegar a ser una persona verdaderamente comprometida con el bienestar ambiental. Para ello es necesario que cambiemos nuestra forma de pensar y por ende de consumir. Es indispensable entonces llevar a cabo acciones comprometidas con tu entorno hogareño, local y regional para de esta manera lograr cambios con verdaderos impactos. Por ello, a continuación, te dejamos una serie de acciones que te permitirán ir más allá.

  • Informate sobre la forma de producción de los productos que consumís y elegí aquellas más amigables para el planeta
  • Calculá tu huella ecológica de forma periódica y ponete de desafío disminuirla. ¿Querés conocer más sobre huella Ecológica? Ingresá a https://plazacielotierra.org/suplemento-digital-huella-ecologica/
  • Organizá o sumate a campañas de recolección de residuos en espacios verdes (parques, plazas, ríos).
  • Promové la plantación de árboles nativos en los diferentes espacios que frecuentes, tu propia casa, el barrio, la escuela, el trabajo, etc. De esta forma estarás ayudando a la captación de carbono y a generar espacios más bellos y que alegren a todos ellos que los observen.
  • No compres productos o artesanías hechos de especies amenazadas, como corales, caparazones de tortuga, entre otros. Ya que de esta manera promovés que se siga realizando su producción afectando cada vez más a dichas especies.
  • Sumate a organizaciones comprometidas con el cuidado del planeta y sus seres vivos. Podés ser voluntario, donar tu tiempo, tus conocimientos, tu energía. Si no tenés tiempo, un monto de dinero pequeño puede ayudar mucho.
  • Tené tu propia huerta y realizá tu propio compost. Vas a poder vincularte con los ritmos de la naturaleza y vas a tener la satisfacción de producir alimentos que luego estarán en tus platos.
  • Si sos experto en alguna temática que podría contribuir, asegurate de brindar ese conocimiento para que llegue a la mayor cantidad de gente posible.
  • Disminuí el consumo de carne y aumentá la variedad de alimentos en su dieta.
  • Informate sobre las diferentes problemáticas ambientales de tu localidad, tu comunidad, país, ¡y por qué no más!
  • Compartí y participá activamente en aquellas causas que te parezcan importantes para el planeta.
  • Averiguá sobre cuáles son las acciones municipales, provinciales y nacionales en veraz del ambiente y cómo se están llevando a cabo.
  • Asegurate que los espacios sociales que ocupes, desde la casa, la escuela y el trabajo, lleven a cabo formas y acciones equitativas y diversas.

Mensaje final

Esperamos que a partir de estas acciones entiendas que todo lo que hacemos en nuestra vida cotidiana tiene un impacto. Lo que hagamos y cómo lo hagamos determinará si el mismo resulta en un efecto negativo o en un efecto positivo sobre el ambiente. Por eso, te invitamos a replantearte la forma de consumo que tenés y que tenemos como sociedad, para ir hacia una más amigable. De esta manera, permitiremos que la naturaleza y todos los ecosistemas y seres vivos que la conformamos, podamos prosperar.

Bibliografía

División de Educación Ambiental. Manual de la Casa Verde. 2015. Ministerio del Medio Ambiente de Chile. Ed. La Mandrágora
Gerbens-Leenes, P. W., Mekonnen, M. M., & Hoekstra, A. Y. (2013). The water footprint of poultry, pork and beef: A comparative study in different countries and production systems. Water Resources and Industry, 1, 25-36.
https://www.theguardian.com/news/datablog/2013/jan/10/how-much-water-food-production-waste#data

La Guía de los vagos para salvar el mundo

Las 5 R de la ecología que tal vez no conocías


https://www.un.org/es/chronicle/article/objetivo-12-garantizar-modalidades-de-consumo-y-produccion-sostenibles-un-requisito-esencial-para-el