Procedente de la Nube de Oort, el cometa C/2014 UN271, es considerado como el más grande y el más distante descubierto hasta el momento. La nube Oort es una nube esférica que envuelve el Sistema Solar y que, se cree, está formada por los restos de la nebulosa que dio lugar al Sol y los planetas hace cuatro mil seiscientos millones de años. Es el hogar de millones de objetos helados y está ubicada en los confines del sistema solar, a unas 40.000 UA (UA: unidad astronómica: Unidad de distancia equivalente a la distancia promedio entre la Tierra y el Sol, de 150 millones de km)
El cometa C/2014 UN271, también llamado Bernardinelli-Bernstein, en honor a sus descubridores Pedro Bernardinelli y Gary Bernstein, miembros de la Universidad Estatal de Pensilvania (USA), tiene un diámetro de 137 kilómetros, siendo unas 10 veces más grande que el cometa Hale Bopp, uno de los cometas más brillante observados en el siglo XX.
Si bien es cierto que este cometa gigante no es nuevo, pues fue detectado entre 2014 y 2018 en imágenes del DES (siglas en inglés de Dark Energy Survey, un proyecto internacional que registra la posición de cientos de millones de galaxias, utilizando una cámara digital extremadamente sensible de 570 megapíxeles, denominada Cámara de la Energía Oscura (DECam, por sus siglas en inglés), montada en el telescopio Blanco de 4 metros en el Cerro Tololo, en los Andes chilenos)y catalogado como planeta menor, su baja visibilidad no aportaba más datos certeros más allá que su órbita no ponía en peligro la integridad de la Tierra.
Pero a medida que el astro se fue acercando al Sol, los científicos lograron observar con mayor detalle las peculiaridades del mismo, hasta el punto que recién el 23 de Junio del 2021 se pudo confirmar el crecimiento de la coma del cometa (la típica envoltura de gas y polvo que rodea el núcleo de los cometas) y allí ser oficialmente nombrado “cometa”.
Al momento de su detección, en octubre de 2014, los científicos sospechaban que el cuerpo celeste tendría las dimensiones de un “megagigante”, pero a partir del análisis de los datos recopilados durante estos últimos seis años, llegaron a la conclusión que no es un megacometa como esperaban, sin embargo lograron estimar, basados en la cantidad de luz solar que refleja, que el mismo es unas 1.000 veces más masivo que un cometa típico.
Unas de las particularidades de este hallazgo, al margen de sus dimensiones, es que el cometa ha sido descubierto en su camino de ingreso al sistema solar, encontrándose a unas 29 UA del Sol ( y con imágenes a 34 UA previas a su descubrimiento), permitiéndoles a los científicos tener más tiempo de lo habitual (años) para poder observar su evolución, a medida que el mismo se acerque al Sol.
Algo muy común que sucede con los cometas es que al ser cuerpos sólidos helados y generalmente de tamaño pequeño, adquieren su apariencia de “cometa” cuando se encuentran muy próximos al Sol, puesto que los hielos que forman parte de su cuerpo se subliman como consecuencia de la radiación solar y de allí emergen la coma y las colas que forman el cometa. Esto se conoce como actividad cometaria, y muestra la evolución del cometa a medida que se aproxima al Sol, pero el caso del Bernardinelli-Bernstein es singular, ya que mostraba actividad cometaria encontrándose a una distancia muy alejada, de 24 UA, es decir, pudo comenzar a desarrollar su coma aún cuando todavía se encontraba en los confines helados del Sistema Solar, a unas 5 UA más allá de Neptuno, el octavo planeta de nuestro sistema y ubicado a 4.500 millones de km del Sol. El hecho de haberlo detectado lo suficientemente temprano, le ha dado la posibilidad a los científicos de poder estudiar la evolución de un cometa bastante diferente a cualquier otro visto antes, a medida que éste se acerca al Sol y se calienta.
El cometa tendrá su mayor acercamiento al Sol en el año 2031, cuando se encuentre a 11 UA del mismo, para ponernos en contexto, la Tierra se encuentra a 1 unidad astronómica y Saturno se encuentra a 9,58 unidades astronómicas. De esta forma, el cometa no llegará a alcanzar las regiones internas de nuestro Sistema Solar, y por ende no se prevé que se convierta en un espectáculo a simple vista desde la Tierra, pues si bien hoy se trata del cometa más grande de la historia descubierto hasta el momento, dentro de 9 años habrá perdido masa suficiente como para que su tamaño sea menor, sin embargo seguirá siendo parte del historial de cometas gigantes.
El cometa C/2014 UN271 se traslada sobre una órbita elíptica muy excéntrica (como un círculo muy achatado) y tarda en orbitar al Sol 612.190 años, la última vez que se acercó a nosotros era en los inicios de la era de los neardentales, antiguos antecesores del humano actual Los estudios apuntan que en el pasado tuvo otro acercamiento al Sol, alcanzando una distancia de entre 17 y 21 UA, con lo cual, este cometa nunca había estado más cerca desde su expulsión de la nube de Oort, lo que posiblemente lo convierte en uno de los cometas más puros e inalterados desde su expulsión de la nube de Oort.