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Los desiertos, terrenos vastos y extremadamente áridos son en realidad laboratorios de la evolución y de la adaptación de la vida. Espacios coronados por la belleza de inmensas extensiones que han convivido con condiciones extremas sus cambios y silencios a lo largo de decenas de millones de años.
Asimismo, estas gigantescas extensiones de tierra cubren cerca de un 30 % de la superficie terrestre. Es decir, los desiertos son el único grupo climático que abarca tanto territorio de la Tierra.
La palabra desierto significa literalmente desocupado. Esto se debe a que son áreas de tierra que reciben menos de 250 milímetros de lluvia al año. Eso las transforma en grandes extensiones en las que la vida es un verdadero desafío.
Aunque la mayoría de los desiertos están en latitudes medias estos ecosistemas diversos se extienden a lo largo de los siete continentes.
Los desiertos argentinos
Argentina posee numerosos territorios que corresponden a este bioma. Desde las Salinas Grandes del noroeste argentino (NOA) pasando por el desierto negro de la Payunia en Mendoza, hasta el Desierto Patagónico.
Se trata de ecosistemas que contrastan enormemente en sus paisajes, pero son considerados desiertos, ya que estos tienen diferentes clasificaciones, y a veces las características pueden ser levemente distintas.
Tipos de desiertos
Desiertos subtropicales. Son los más extensos del mundo. Se ubican entre los trópicos de Cáncer y de Capricornio. Se encuentran bajo efecto de los vientos alisios que impiden la formación de nubes, de lluvias y maximizan la radiación solar recibida por el suelo. El más importante de este tipo es el desierto del Sahara.
Desiertos de latitudes medias. Estas áreas se encuentran resguardadas en medio de los continentes, alejados de la influencia de los océanos, la principal fuente para la creación de nubes.
Desiertos de sombra de montaña. Son consecuencia de la acción de grandes barreras montañosas que restringen el acceso del viento y, por lo tanto, de la humedad. El desierto Patagónico- es un excelente ejemplo ya que se forma por la barrera que los Andes generan a los vientos húmedos provenientes del océano Pacífico.
Desiertos fríos. Se ubican en zonas de mucha altura. Predominan los suelos áridos y rocosos. La puna altoandina se ubica a más de 4 000 metros de altura y es el desierto frío más importante de América del Sur.
Desiertos polares. Con temperaturas inferiores al punto de congelación del agua, son extensiones de hielo (y nieve en algunos casos) con muy bajas precipitaciones anuales, que se encuentran en zonas polares y antárticas. Las zonas con menos lluvias de la Antártida son consideradas desierto polar.
Patagonia argentina: un tesoro escondido
En el sur de Argentina, se encuentra el Desierto de la Patagonia, una región de belleza salvaje y contrastes extraordinarios. A pesar de la reputación que tiene como «lugar inhóspito», la Patagonia aloja una gran diversidad biológica adaptada a su clima.
De hecho, las plantas y animales de la Patagonia argentina desarrollaron diferentes estrategias para sobrevivir. Desde los guanacos y zorros que se desplazan con agilidad por las estepas hasta los cactus y arbustos resistentes a la sequía, cada especie ha evolucionado para aprovechar al máximo los recursos escasos disponibles.
Fuentes
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Ciencias de la Tierra. Una introducción a la geología física. Edward J.Tarbuck Frederick K. Lutgens.
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Los desiertos. National Geographic, 2019