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5 minutos de lectura
BD+05 4868Ab: un exoplaneta evaporándose

Algunos planetas rocosos pueden desintegrarse si están demasiado cerca de su estrella.

Eso es lo que está ocurriendo actualmente con un pequeño planeta descubierto por un grupo de astrónomos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).

Este planeta, al que nombraron BD+05 4868 Ab, se encuentra ubicado a unos 140 años luz de la Tierra y tiene un tamaño similar al de Mercurio.

Este pequeño planeta da una vuelta completa alrededor de su estrella cada 30,5 horas.

Además, se encuentra unas 20 veces más cerca de su estrella de lo que Mercurio está del Sol.

La proximidad a su estrella y una masa baja lo estaría llevando a su fin, ya que, a medida que gira rápidamente alrededor de ella, el planeta pierde grandes cantidades de minerales superficiales.

Es que la intensa radiación proveniente de la estrella y las fuerzas de marea calientan tanto la superficie del planeta que el lado diurno. Es decir, el que da directo a la estrella, se funde transformándose en magma y luego se evapora, formando una delgada atmósfera hecha de material rocoso evaporado.

Como BD+05 4868 Ab es un planeta tan pequeño, no tiene suficiente gravedad para retener esa atmósfera.

Entonces el vapor comienza a escapar hacia el espacio y la presión del gas empuja ese material lejos del planeta.

A medida que se aleja, el gas se enfría y permite la formación de granos de polvo, que, con el tiempo, forman una larga cola similar a la de un cometa.

Los investigadores del Instituto Kavli de Astrofísica e Investigación Espacial del MIT a cargo del estudio señalan que la extensión de la cola es gigantesca.

De hecho alcanza hasta nueve millones de kilómetros de largo.

Eso es aproximadamente la mitad de la distancia de la órbita completa del planeta.

Figura 1 Simulación del planeta con sus respectivas colas orbitando alrededor de su estrella anfitriona.

Se observa una ilustración del exoplaneta que se está desintegrando.

Nota. Adaptado de Vista desde arriba de la órbita planetaria {Ilustración} por Plaza Cielo Tierra, 2025, de A Disintegrating Rocky Planet with Prominent Comet-like Tails around a Bright Star. American Astronomical Society.

Los científicos también revelan que el planeta se estaría desintegrando muy rápidamente, perdiendo en cada recorrido a lo largo de su órbita una cantidad de material equivalente aproximadamente a una montaña como el Everest.

A ese ritmo, y dada su baja masa, predicen que el planeta podría desaparecer completamente en aproximadamente 1 a 2 millones de años.

TESS, el satélite que permitió el hallazgo

El sondeo casi completo del cielo en longitudes de onda ópticas es realizado por el Satélite de Sondeo de Exoplanetas en Tránsito (TESS).

Se trata de una misión patrocinada en parte por la NASA y operada por el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT).

La misión monitorea las estrellas más cercanas en busca de tránsitos, o caídas periódicas en la luz estelar que podrían ser señales de exoplanetas en órbita.

La señal típica de un exoplaneta en órbita se observa como una caída breve y regular en una curva de luz, ya que un cuerpo compacto, como un planeta, al pasar frente a su estrella anfitriona bloquea temporalmente su luz.

Figura 2 Satélite de Sondeo de Exoplanetas en Tránsito

Nota. Adaptado de Concepto artístico del Satélite de Sondeo de Exoplanetas en Tránsito con fondo transparente {lustración} por Plaza Cielo Tierra, 2014, NASA, (https://bit.ly/467lWRY), Dominio Público.

 

Figura 3 Método del tránsito

Nota. Adaptado de Cuando un planeta pasa por delante de su estrella anfitriona {Infografía} por Plaza Cielo Tierra, 2024, High Energy Astrophysics Science Archive Research Center, https://bit.ly/467lWRY, NASA.

El caso de BD+05 4868 Ab

En este caso, ocurrió algo atípico. La señal que alertó a los astrónomos fue un tránsito con una caída en el brillo, que fluctuaba en cada órbita.

Aunque el tránsito ocurría cada 30,5 horas, la luz tardaba mucho más en volver a la normalidad, lo que sugirió que una estructura larga seguía bloqueando la luz.

Lo más llamativo era que la profundidad del tránsito cambiaba en cada órbita.

Eso indicaba que lo que pasaba frente a la estrella no siempre tenía la misma forma ni bloqueaba la misma cantidad de luz.

Y mostraba evidencia de una rápida evaporación en un planeta que emanaba grandes cantidades de polvo al espacio que al escapar se enfriaba formando largas colas.

Este hallazgo no sólo revela un espectáculo astronómico extraordinario, sino que también ayuda a comprender cómo evolucionan y desaparecen ciertos planetas rocosos en condiciones extremas.

Referencias

Hon, M., Rappaport, S., Shporer, A., Vanderburg, A., et al (2025). A Disintegrating Rocky Planet with Prominent Comet-like Tails around a Bright Star. The Astrophysical Journal Letters, 984 (L3). 10.3847/2041-8213/adbf21