¿Cuál es el detrás científico que se desprende de esta técnica alternativa de impresión fotográfica?
Las plantas en sus hojas realizan la captación de la luz solar para realizar el proceso de la fotosíntesis. En este proceso, las moléculas de clorofila, ubicadas en los tilacoides (pequeños sacos que se encuentran dentro de los cloroplastos) captan la radiación del sol de color rojo e inician una serie de etapas químicas sucesivas en donde la energía captada del sol se va transfiriendo y va provocando diversas reacciones dentro de estas células.
El resultado final de todo el proceso es que la energía del sol se utiliza para transformar el dióxido de carbono que la hoja toma del aire, junto con el agua que la planta toma por las raíces, en moléculas de azúcares (expresado en forma general) y en oxígeno.
La reacción en forma sencilla es:
CO2 + H2O + luz del sol ??? (CH2O)n + O2
Dióxido de carbono agua (color rojo) azúcares oxígeno
Podemos verlo en estas imágenes:
Este proceso ocurre en forma permanente en las hojas “vivas”, y así la clorofila funciona continuamente como una antena captadora de luz, tomando la energía necesaria que la planta necesita para construir toda su estructura vegetal.
Pero ¿Qué ocurre cuando extraemos de las hojas los cloroplastos y la clorofila que contienen, para hacer nuestra fotografía ecológica? ¿Por qué vemos una imagen sobre la pintura del extracto, luego de haber sido expuesto al sol?
Las moléculas de clorofila en el extracto con el que hemos pintado nuestro papel siguen teniendo la capacidad de absorber la luz de sol (de color rojo) y por lo tanto seguimos observándolos con su color verde característico.
Pero al haber destruido todo el sistema celular de la hoja cuando obtuvimos el extracto, ya no tienen todo el sistema químico disponible a su alrededor para transferirle la energía que han captado.
Este exceso de energía provoca que las moléculas de clorofila comiencen a degradarse, sufriendo cambios en su estructura molecular de forma permanente y por el cuál pierden la capacidad de continuar absorbiendo la luz, un proceso que en química se denomina “foto-blanqueado” ( pérdida de color provocada por la luz). Por ello, pierden su color verde.
Estos cambios se producen en forma relativamente lenta (en algunas horas) y es por ello que la coloración verde que vemos inicialmente en el papel pintado va desapareciendo paulatinamente.
Las partes del papel pintado con el pigmento de clorofila que quedaron recubiertas por la figura que colocamos encima, no sufren esta degradación (en realidad lo hacen pero mas lentamente, si no son expuestas al sol en forma directa) y es por ello que podemos tener nuestra imagen de fotografía ecológica.
Antotipia es una de las alternativas de impresión más respetuosas con el medio ambiente, ya que el proceso aprovecha las propiedades fotosensibles de los pétalos, las hojas, las frutas y las raíces. Es una técnica de
impresión por contacto divertida, no tóxica y relativamente sencilla. Mediante este proceso se obtienen imágenes utilizando pigmentos vegetales que se pueden obtener fácilmente en nuestros hogares. Es importante tener en cuenta que, al no trabajar con químicos contaminantes para el medio ambiente, podemos decir que la técnica es
totalmente ecológica.
Candelaria Lizarraga estudiante de licenciatura en artes visuales – UNC.