Las antiguas civilizaciones, principalmente los romanos y los griegos, nombraron a nuestra galaxia según la interpretación de su apariencia en el cielo, “Vía Láctea” (Camino de leche) para los romanos o “Kyklos” (circulo lechoso), según la civilización griega.
Ese brillo y resplandor que cruza el cielo de lado a lado en una noche despejada y oscura, no es más ni menos que el plano de la galaxia que habitamos, que desde la perspectiva de nuestro planeta, la vemos reflejada en el cielo como un camino nebuloso repleto de gas, polvo y estrellas.
Sin embargo, como bien sabemos, la Vía Láctea no es la única galaxia que existe en el Universo, y está muy lejos de serlo, sobre todo después del último descubrimiento de más de 5000 galaxias desconocidas, ubicadas por detrás de nuestra galaxia.
Un equipo de astrónomos, liderado por dos investigadoras, Laura Baravalle y Victoria Alonso, del Instituto de Astronomía Teórica y Experimental (IATE, CONICET-UNC, Observatorio Astronómico de Córdoba), anunciaron el pasado mes de Marzo del corriente año, el descubrimiento de 5563 nuevas galaxias ubicadas en una región muy particular del cielo: la misma dirección del plano galáctico de nuestra galaxia. El equipo de investigadores se completa con científicos y científicas pertenecientes a la Universidad Andrés Bello, Universidad de La Serena, Universidad Católica de Chile y Universidad de Atacama, todas de Chile, y a la Universidade Estadual de Feira de Santana, de Brasil.
Este hallazgo significa un logro muy importante para nuestra universidad y en particular para el IATE y el Observatorio Astronómico de Córdoba, porque posiciona a nuestras instituciones como referentes de primer nivel en la investigación científica mundial.
¿Qué tiene de particular este nuevo descubrimiento?
La observación y descubrimiento de galaxias en diferentes zonas y direcciones del cielo es algo que se realiza con cierta frecuencia. Pero en la zona del disco galáctico es poco común, puesto que esa nubosidad generada por el brillo y polvo existente en nuestra galaxia complica las observaciones y por ende su medición y descubrimiento.
Debido a esto, hasta el momento previo a la presentación de los resultados del proyecto desarrollado por Baravalle y Alonso, sólo se conocían apenas 45 galaxias ubicadas en cercanía del plano galáctico, con lo cual, poder catalogar más de 5000 galaxias en esta zona del cielo tiene una importancia fundamental, pues abre una puerta a la investigación de una zona inexplorada, que hasta este momento se mantuvo cerrada.
Ambas científicas dieron inicio a este proyecto allá por el año 2012, que consistía en la utilización de imágenes obtenidas en la zona espectral del Infrarrojo, tomadas con el telescopio Vista, para catalogar estrellas de tipo variable pertenecientes a la Vía Láctea (VVV, siglas de Variables in the Vía Láctea), pero no para catalogar estrellas, sino para identificar aquellas galaxias que aún no habían sido descubiertas en esta región en particular.
A pesar que los datos originales no fueron pensados con tal fin, el de detectar y estudiar fuentes extragalácticas, el desarrollo de un método de detección de candidatos a galaxias en una porción del relevamiento VVV, y el trabajo en conjuntos entre diferentes instituciones de Latinoamérica, permitió la detección de exactamente 5563 galaxias nuevas distribuidas alrededor del plano de nuestra Vía Láctea.
Los resultados de esta investigación han permitido generar un catálogo de fuentes extragalácticas, donde el 99% de sus elementos son los recientemente descubiertos. Este nuevo catálogo brinda información característica de estas galaxias recientemente descubiertas, como lo son sus morfologías y sus tamaños, entre otras propiedades.
A partir de aquí, el trabajo continúa enfocado principalmente en automatizar el método utilizado para la detección de nuevas galaxias, en particular, un método que no sólo sea capaz de reemplazar la ardua tarea de inspección visual a la hora de detectar las posibles candidatas a galaxias, sino también, poder utilizar este método para observar galaxias ya descubiertas con otros telescopios y poder estimar su distancia.
De esta forma, se podría obtener más y mejor información acerca de la evolución y distribución de galaxias en el Universo.