El 19 de octubre fue establecido por la Organización Mundial de la Salud, a partir del año 1983, como el día internacional de Lucha contra el Cáncer de Mama. El objetivo es concientizar y promover para que cada vez, mayor cantidad de mujeres se realicen los controles médicos necesarios y, en el caso que lo amerite, accedan a los tratamientos más eficaces.
Lazo rosa: simbología utilizada para representar la lucha contra el Cáncer de Mama.
Si bien el cáncer de mama es una afección que ha sido ampliamente estudiada desde el siglo pasado, existen antecedentes muy antiguos de dicha enfermedad. El archivo médico más antiguo sobre el cáncer de mama se encuentra en el Papiro de Edwin Smith y fue hallado en Egipto, se estima que data del 1600 a.C. En él se realiza una descripción minuciosa sobre tumores palpables en la mama y se especifican como posibles tratamientos la cauterización y la exéresis (extirpación de la mama o del tumor).
La palabra cáncer es de origen griego y significa cangrejo, Hipócrates (460-360 a. C) denomina de este modo a la enfermedad ya que cuando la misma se encuentra en estado avanzado, su expansión se asemeja a la corporalidad del cangrejo marino. Galeno de Pérgamo (129-216 d. C.), sucesor de Hipócrates, denominó a los tumores como oncos debido a que los describía como masas o inflamaciones, lo cual derivó en el nombramiento de la ciencia que estudia y trata el cáncer: la oncología.
A lo largo de la historia se han ido estudiando los motivos por los cuales surge el cáncer como también posibles tratamientos para contrarrestarlo, no obstante a finales del siglo XIX aparecen los primeros trabajos experimentales sobre esta enfermedad. La creación y perfeccionamiento del microscopio permitieron el estudio más detallado de la composición de los tumores cancerígenos, pudiendo determinar Johannes Müller (1801-1858) y Robert Remak (1815-1865) que se trataba de un tipo específico de células que se multiplican a una velocidad mayor a las normales. A partir de esto denominan como metástasis al momento en el que dichas células se propagan hacia otras partes del cuerpo.
En la década de 1890 William Stewart Halsted inventó la mastectomía, operación que consiste en la extracción de la mama de manera completa, la cual ha sido muy utilizada en el siglo XX y aún se aplica en determinados casos.
En 1895 Wilhelm Konrad Von Roentgen descubre los rayos x, instrumento crucial para poder diagnosticar la enfermedad con mayor precisión. Seguido de esto, los estudios en relación a la radioactividad realizados por Marie Curie y Pierre Curie, en los primeros años del siglo XX, decantan en la creación de la radioterapia en cánceres, incluyendo los tumores mamarios específicamente.
Primer radiografía realizada por Wilhelm Konrad Von Roentgen en 1895.
En relación a la utilización de medicamentos para paliar el avance del cáncer, en la primera mitad de siglo XX se comienzan a aplicar unas sustancias químicas llamadas “mostazas nitrogenadas”, estos compuestos tenían una fuerte similitud con aquellos usados como gas tóxico en la Primera Guerra Mundial, el terrible “gas mostaza”, por su color amarillento. La mostaza nitrogenada forma parte de la composición de la quimioterapia, tratamiento mediante el cual se evita la propagación múltiple y desordenada de las células, tanto cancerígenas como sanas.
En cuanto a los avances en imágenes diagnósticas, en la década de 1960 se crea el primer mamógrafo, instrumento de radiología mediante el cual se puede analizar la mama de manera detallada. En ese entonces, en Nueva York, se realizaron estudios a gran escala en mujeres con y sin cáncer de mama, a las cuales se les hacia el seguimiento terapéutico, logrando, de este modo, diagnosticar de manera temprana la aparición de la enfermedad. El mamógrafo, con diversos avances tecnológicos que en la actualidad le proporcionan una mayor precisión, continúa siendo utilizado para diagnosticar el cáncer de mama en distintos grados.
Ejemplar de los primeros mamógrafos creados en la década de 1960.
Resulta importante aclarar que el cáncer de mama puede presentarse tanto en mujeres como en hombres, no obstante, en las primeras la agresión es muchísimo mayor que en los segundos. De acuerdo a los índices a escala mundial presentados por la Agencia Internacional de Investigación sobre Cáncer (IARC) para el año 2018, el cáncer de mayor incidencia es el de mama y se presenta en mujeres, con un número de 73 casos cada 100.000 mujeres.
Los motivos por los cuales surge el cáncer de mama no se conocen con exactitud, los especialistas continúan en la investigación de los mismos. Sí se sabe que tiene relación estrecha con la generación de hormonas femeninas. En este sentido, el cáncer de mama no se puede prevenir, pero sí diagnosticar de manera temprana.
Es entonces que, a partir de lo desarrollado y en la misma línea de lo propuesto por la Organización Mundial de la Salud, entendemos la necesidad de la realización de los chequeos médicos de manera periódica para, de este modo, lograr el diagnóstico precoz del cáncer de mama y así poder avanzar en su tratamiento de la manera más eficaz posible.