Hace 150 años, el 24 de octubre de 1871, se creaba el Observatorio Astronómico de Córdoba. Esta gran institución científica, ubicada en aquel entonces en las afueras de nuestra ciudad (zona conocida como “Los Altos”, en el actual Barrio Observatorio), se convertía en el primer observatorio astronómico del país y el cuarto de Latinoamérica, dando inicio a la astronomía profesional en Argentina.
La iniciativa de este proyecto fue del Presidente de la Nación Domingo Faustino Sarmiento con gestiones del ministro Nicolás Avellaneda. Formó parte de una política científica planificada y descentralizada de la gran capital Buenos Aires, porque poco tiempo antes se había inaugurado también la Academia Nacional de Ciencia en 1869 y poco más tarde la facultad de ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad Nacional de Córdoba en 1876.
Algunos historiadores afirman que la inauguración del Observatorio Nacional Argentino en la ciudad de Córdoba tenía el fin de crear un polo científico y cultural en el interior del país, aprovechando la tradición de prestigio académico que gozaba nuestra Córdoba. Algo similar a lo que Sarmiento había visto en Boston, una ciudad de los Estados Unidos con una fuerte tradición de intelectuales y que se diferenciaba de Washington donde se encontraba la capital política.
En ese momento la situación política del país era bastante controversial debido al proyecto de conformación del estado-nación, resultando la ciudad de Córdoba un lugar estratégico, además de su condición climática favorable y la conexión al sistema de ferrocarril que lo comunicaba con el puerto de Rosario, lugar a donde llegaba el pesado instrumental proveniente principalmente de Alemania.
El primer director de la institución fue el astrónomo norteamericano Benjamín Gould, a quien le interesaba mucho estudiar los cielos del hemisferio sur, los cuales eran muy pocos conocidos, ya que por aquellos tiempos los observatorios astronómicos más importantes estaban en el hemisferio norte: Estados Unidos y Europa.
El primer trabajo científico desarrollado en el observatorio se llamó “Uranometría Argentina” que significa ‘medición del cielo’. Este fue el primer atlas publicado por el observatorio en 1877, en el que se registraron más de 7000 estrellas observadas a simple vista, ya que en ese entonces no había llegado al país el Circulo Meridiano, instrumento que se utilizaba para determinar las posiciones estelares.
“La Carte Du Ciel” fue otro proyecto importante que dio paso a una nueva área de investigación en el observatorio: la fotografía. La ventaja más fuerte de esta disciplina era que permitía obtener un registro permanente en placas fotográficas, pero además, si se extiende el tiempo de exposición de esta placa a la luz emitida por el astro, permitía observar y registrar objetos con brillo cada vez más débil, lo que aumentaba considerablemente el número de estrellas posibles de registrar y observar.
Para desarrollar este proyecto de origen francés, se compró este telescopio astrográfico específico para fotografía y necesario para llevar a cabo las observaciones, que fue montado en el año 1902.
Actualmente el Observatorio se ha modernizado y en los últimos años se destaca tanto en sus investigaciones con reconocimiento a nivel mundial, como por su trabajo en comunicación de la astronomía brindando a la comunidad herramientas prácticas para entender las maravillas del Universo y la importancia de la ciencia en la vida cotidiana.